Análisis del montaje de la primera escena de "La red social"


30 de Noviembre de 2013
por David RL

TSN

En el libro Edición y montaje cinematográficos (editado en España por Blume) su autor Justin Chang incluye una detallada entrevista con (entre otros prestigiosísimos montadores) Angus Wall y Kirk Baxter, principalmente conocidos por ser los responsables últimos del montaje de las más recientes películas de David Fincher, además de ser la pareja que se ha llevado para casa dos Óscars en ediciones consecutivas, de forma bien merecida: por The social network y por The girl with the dragon tattoo.

Wall and BaxterConcretamente en la primera de estas dos encontramos una escena de apertura inusual (unas nueve páginas de puro diálogo, algo que espantaría a cualquier major hollywoodiense con expectativas comerciales para con la peli en cuestión). Paradójicamente, estamos ante una de las mejores secuencias iniciales que recuerdo en cine, con un ritmo y un sentido plenos y que, por encima de cualquier otra consideración, tiene el don de ser una perfecta síntesis adelantada del tema final de la película: la generación internet -por resumirlo en tres palabras.

En esta escena, además de la inteligencia y valentía de Fincher, hay otras tres claves a señalar: los diálogos de Aaron Sorkin, precisos hasta un extremo casi quirúrgico; las interpretaciones de Jesse Eisenberg y Rooney Mara; y por último el minucioso pero inapreciable puzzle que han trabajado Wall y Baxter.

Si atendemos a lo que ambos cuentan en el libro de Justin Chang, es Wall quien se responsabilizó al cien por cien de dar forma a la secuencia y, ojo, reconoce que fue un trabajo de un mes, a tiempo completo. Para ello, llegó a estructurar la escena en cinco bloques de trabajo, como si fuera una pequeña película completa. Wall entendió la relevancia de la escena como primerísima muestra de carácter e identidad ante los ojos del espectador y también de la importancia de los diferentes ritmos que demandaba, hasta su desenlace: Zuckeberg abandona solo el bar tras ser dejado por su novia.

Es curiosa la referencia a esa división en cinco bloques que, sin duda, debió responder más a una necesidad de acomodarse ante el reto que suponía dar forma a todo el material filmado por Fincher -en una escena de nueve páginas de frenético diálogo que Wall finalmente supo combinar y condensar en cinco minutos y medio de película-, que a la estructura real que tiene la secuencia, a nivel dramático. En verdad, en este sentido parece tener dos primeros bloques más breves, especialmente remarcable el primero, para luego desarrollarse ya en un único tramo (de claro ritmo en crescendo) hasta el clímax final.

Si hacemos caso a lo que Wall cuenta en la entrevista, la media de tomas por plano filmadas por Fincher fue de unas sesenta, y debemos tener en cuenta que rodó siempre con dos cámaras, lo cual duplica la cantidad descomunal de material que recibió en la sala de montaje. Debemos creerlo: Rooney Mara reconoció que Fincher le llegó a hacer repetir una de las tomas 99 veces.

Mi intención, ahora, es hacer un repaso pormenorizado a las decisiones de montaje que Wall toma según la escena va avanzando, paso a paso, bloque a bloque. Para ello, es necesario conocer que Fincher cubre la escena con cinco planos principales. El máster es un general de ambos en perfil, con Rooney Mara a la izquierda y Jesse Eisenberg a la derecha, frente a frente sentados a la mesa de un bar. La acción completa está cubierta por personaje, también, de un modo sencillo y académico: plano medio para cada uno de ellos (con el otro en escorzo, fuera de foco en primer término en el lateral correspondiente de la imagen) y primer plano de cada uno. Del plano máster se filman además dos variaciones, una más cerrada, con los personajes casi en los bordes de la imagen -y que Wall utilizará una sola vez en la escena- y otra en realidad muy similar al máster pero con la cámara ligeramente más arriba, en un plano más picado -y también usada en montaje solamente una vez.

Ahora sí, pongamos el código de tiempo a cero y demos al play:

La película arranca con los primeros acordes del tema musical Ball and biscuit de The White Stripes y el sonido ambiente de un bar, sobre la imagen del logo de la Columbia. Antes de fundir a negro, la película ya nos mete de lleno en el frenesí de la conversación entre Mark Zuckerberg y su novia, Erica Albright: "Did you know there are more people with genius IQs living in China than there are people of any kind living in the United States?"

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Wall se toma su tiempo desde que el logo de la Columbia funde a negro para introducir el plano máster de rodaje. Es tras dos réplicas de Rooney Mara, y por un fundido de entrada, cuando podemos ver a ambos en ese plano general, frente a frente, de perfil al espectador. Tras dar unos segundos al personaje de Eisenberg para continuar con su exposición, la siguiente réplica de Mara le sirve a Wall para establecer el siguiente valor sobre el que construirá este primer tramo de secuencia: El ya explicado plano medio de la actriz, con Eisenberg en escorzo.

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El contraplano lógico -sobre todo teniendo en cuenta el minucioso estilo que caracteriza al Fincher más reciente- llega enseguida, con Zuckerberg al otro lado de la mesa. Wall recurre por tres veces a cada uno de estos dos planos, saltando de uno a otro respetando quién toma la palabra en un diálogo casi siempre frenético. La conversación acaba por girar siempre, en este arranque, alrededor del CI de Zuckerberg y de aquello que podría o no llegar a hacer y conseguir. Es al señalar Erica Albright que entre esas opciones estaría la de acceder a un Final Club universitario cuando Wall corta a un primer plano de ella. Estamos en el segundo 43 de la escena.

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La respuesta de Zuckerberg, confirmando entre líneas que esa opción es para él mucho más que una opción (una intención, un objetivo), es también en primer plano. Enseguida, volvemos a Erica y lo hacemos en el anterior plano medio.

A partir de aquí la conversación se dispara en ritmo, y se vuelve confusa, cada vez es más evidente que ninguno está por la labor de querer entenderse del todo con el otro y Wall trabaja sobre estos dos primeros planos para, de nuevo, saltar de actor en actor según quien de la réplica. Así, usa hasta siete breves cortes de cada uno de los planos.

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No es hasta que Rooney Mara prueba a relajar la situación con un simple "¿Comemos algo?", que Wall cambia de ángulo, aprovechando un tiro más corto del plano máster.

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Pero Zuckerberg no está por la labor: ¿Es que ella quiere cambiar de tema? ¡No!, se defiende Erica, y Wall vuelve al plano medio. "Es que llevamos tanto hablando de Finals Clubs que creo que me han salido canas…" Está claro que estamos en un nuevo bloque, el editor ha establecido hace apenas un par de segundos el punto de paso con ese breve inciso que le ofrecía el guión ("¿comemos algo?") y que él ha utilizado para respirar con el plano de conjunto -casi el máster, algo más cerrado. Ese plano ha entrado en 01'18".

La conversación continúa con hasta cinco cortes de Mara en plano medio pero solo cuatro de Eisenberg. Aquí Wall por primera vez se sale de la simetría y equidad con que recogía una y otra réplica. En el que debía ser el quinto uso del plano medio de Eisenberg en este bloque particular, no llega y sí encontramos en su lugar un primer plano. En él, el personaje insiste y remarca lo importante que es entrar en un Final Club.

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A partir de aquí, Wall recurre hasta por seis ocasiones a cada uno de estos planos (primer plano de Zuckerberg y el contraplano equivalente de Erica), recogiendo de cerca en sus rostros la falta de entendimiento, el caos de dos personas que parecen hablar de dos y hasta tres temas simultáneamente y, sobre todo, la creciente tensión: a él le molesta que ella le pregunte por el Final Club al que sea más fácil acceder ya que, entiende, así insinúa que sólo en ese podría llegar a entrar. La defensa de ella es obvia: en el de acceso más fácil no él sino todos tendrán más fácil acceso…

Tras esta réplica de ella, la película vuelve en el 02'24" al plano medio -de momento el recurso más utilizado- y pasa al que será un extenso nuevo bloque, con una decisión de montaje aparentemente sencilla pero al mismo tiempo bastante arriesgada: montar el resto de la escena -hasta su parte final, donde habrá variaciones- sobre este plano y su contraplano, únicamente. Resulta funcionar a las mil maravillas por cuanto nos dejará entrever más claramente el modo en que el ritmo de las réplicas va creciendo. Veámoslo:

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Desde ese 02'24", la tensión entre ambos continúa pero parece haber por parte de ella un puntual intento por suavizar la situación, que coincide con un descenso evidente en el tono de voz de ambos y sobre todo en el ritmo de la conversación. Esto se hace aun más evidente por cómo Wall respeta aquí escrupulosamente la decisión de saltar de uno a otro para mostrarnos siempre al personaje que habla.

Sin embargo, es importante señalar que la sensación de menor o mayor ritmo según el momento de la conversación no la aporta tanto el ritmo en los cortes, ya que como indico Wall siempre pasa de un actor o otro según quien hable y no vamos a encontrar grandes discursos en ningún momento de la secuencia, sino un toma y daca continúo; al contrario, esa sensación se transmite a través del modo en que el montador, según el instante, permite un brevísimo y casi inapreciable espacio de espera entre frase y contestación o, paulatinamente, va empequeñeciendo ese respiro para acabar por hacer que los intérpretes se pisen las frases.

En esta línea, son las sucesivas réplicas de Zuckerberg, desacertadas, las que irán encendiendo a Erica y, de la mano de esta indignación, disminuyen esos minúsculos silencios entre frase y frase. Es este recurso, y no tanto la decisión de optar por uno u otro plano según su valor, lo que transmite esa tensión creciente al espectador, esa sensación de que el punto de explosión entre ambos personajes está a punto de llegar.

Así, con esta decisión formal aparentemente sencilla pero muy valiente, llegamos hasta el 05'02", en un tramo por lo tanto de más de dos minutos y medio construido sobre dos únicos ángulos de cámara. Hemos llegado al momento más célebre de la secuencia:

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Erica: You are probably going to be a very successful computer person. But you're going to go through life thinking that girls don't like you because you're a nerd. And I want you to know, from the bottom of my heart, that that won't be true. (Hasta aquí, Wall mantiene el esquema anterior; llegamos a 05'02" y pasamos a primer plano de Rooney Mara, para cerrar su speech final.) It'll be because you're an asshole.

Durante el inicio de esta larga línea de diálogo -la más larga de toda la escena- y para no frenar el ritmo de la secuencia, frenético hasta aquí, la película pasa hasta dos veces sobre el plano medio de Eisenberg sin que éste diga nada, simplemente mostrando su reacción a las palabras de Mara -algo que Wall apenas había hecho hasta ahora- y además por primera vez empleando valores diferentes para cada uno; en este caso, más cerca del rostro de ella, su duro gesto y su lapidaria despedida.

Tras la línea clave de la secuencia ("you're an asshole") en primer plano de Erica, volvemos por tercera vez a la reacción de Eissenberg, esta vez muy brevemente y mientras Mara en escorzo se levanta y sale. También la vemos salir del todo de escena en el siguiente plano: una variación del máster, aquí ligeramente más picado, a la que Wall recurre fugazmente para evidenciar aún más la soledad en la que Mark Zuckerberg queda en una mesa que, hasta ahora, era para dos.

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Otros hubieran subrayado este plano, el fácil pero expresivo recurso del desequilibrio en que queda el cuadro ahora que sin ella ha perdido su simetría. Pero Wall decide usarlo muy brevemente (ni medio segundo), como simple plano de transición para (estamos en 05'09") volver al plano medio de Eisenberg, que mira a su alrededor desconcertado, amaga con tomar un último trago de su cerveza, desiste y, finalmente, sale, mientras Fincher introduce las primeras notas del tema principal de la banda sonora musical de la película.  

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Con la música, por fin salimos al exterior. Ha terminado la escena y arranca la secuencia de títulos iniciales de la película. Ha arrancado La red social. Como ya os comentaba en los primeros párrafos, no creo recordar comienzos tan brillantes como éste en muchas películas, la verdad. Y gran parte del mérito es de Angus Wall, porque tras decisiones de aparente sencillez, en ocasiones hay muchísimas horas de trabajo. Chapeau!




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Películas relacionadas:

Carátula de la película La red social

La red social

 (The Social Network)
4/5
Director: David Fincher
Actores:
Rooney Mara
Jesse Eisenberg
Andrew Garfield
Rashida Jones
 
Tags: David Fincher, Angus Wall, Kirk Baxter, La red social



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