Denzel Washington, Premio Donostia 2014

El actor norteamericano Denzel Washington será reconocido con el Premio Donostia en la próxima edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Washington es especialmente conocido por sus papeles para Spike Lee, en el primer tramo de su carrera profesional, y por los varios thrillers que ha rodado para directores como Ridley Scott, Antoine Fuqua, Jonathan Demme o el malogrado Tony Scott.

En estas últimas décadas, este actor que ya sabe lo que es ganar el Óscar ha insistido en un perfil de personaje duro, de carácter, muy ligado a tramas criminales y cintas de suspense o, más abiertamente, de acción.

Uno de los grandes méritos de Washington, a través de su alianza con Spike Lee, fue la de convertirse en el gran rostro de la cultura afroamericana en el seno de la industria del Cine, en Hollywood, demostrando que un actor negro también podía liderar un reparto y un proyecto de presupuesto alto y llevarlo a los primeros puestos de la taquilla internacional.

En lugar de entrar en un repaso a fondo al uso, casi título a título en su trayectoria interpretativa, hemos preferido consultar a dos de nuestros precríticos, Iñaki Ortiz y David RL, con qué dos secuencias concretas de su carrera se quedarían. Esto es lo que nos han contado:

IÑAKI ORTIZ elige…

Inside Man 

Habría sido más evidente elegir, de su colaboración con Spike Lee, alguno de sus carismáticos discursos en su papel de Malcolm X, pero me quedo con este otro personaje, policía anónimo, también del mismo director. Y es que si hay algo que define a este actor es la energía y el estilo. Su forma descuidada de coger el teléfono, con chulería, su manera de golpear el cristal con el anillo. Ese estilo que hace que, te caiga bien o no, tu mirada se pose en él. Y la energía, su furia con la mirada fija. Y su angustia, aún con chulería, en la conversación del final.

American Gangster 

Hay algo que no es Denzel Washington: versátil. Así que en lugar de perder el tiempo buscando un vídeo que aporte otras facetas (podría haber buscado algo de Huracán Carter, más entregado), sigo incidiendo en lo mismo. En American Gangster, Washington dibuja un criminal para el recuerdo. Serio, moderado, frío, pero al mismo tiempo, con brotes de crueldad sanguinaria. Una vez más, el actor alterna su energía violenta con un comedimiento y autocontrol que le impide perder los nervios incluso cuando está siendo temiblemente impacable.

DAVID RL elige…

Philadelphia

 Si buscamos un Denzel Washington diferente, alejado del perfil de personajes duros que ha preferido repetir en estos últimos años, me quedo con el abogado de Philadelphia. Con doble mérito, porque a su lado Tom Hanks tenía un papel de premio, un caramelo para cualquier actor con capacidad. Él, en cambio, tenía el papel menos agradecido, diseñado para estar a la sombra del protagonista, pero realmente bien abordado por Washington, que supo enriquecerlo, humanizarlo. Por eso, además, traigo expresamente esta escena del primer tramo de la película, donde su Joe Miller es aún un tipo cargado de prejuicios, de dudas, de miedos.

Marea roja

Aquí ya tenemos al Denzel Washington duro, en concreto en la versión honrada, incorruptible -no el poli corrupto y brutal de Training day, por ejemplo-. Pero el confrontamiento de ese perfil con el de perro viejo cabezón y prejuicioso que Gene Hackman también repitió una y otra vez resulta que… ¡bam!, encajan y explosionan al mismo tiempo. Química agresiva. Imposible no disfrutarles en cada uno de sus cara a cara, incluido ese enloquecido diálogo de tintes racistas sobre caballos portugueses o españoles, blancos o negros, que les escribió Tarantino para una de las escenas finales de la película. Pero prefiero traer el choque clave, el más conocido, quizá: ambos gritan, ambos quieren hacerse oír, ninguno escucha al otro.