Diario de 'La Noche del Ratón' III: Santa Bárbara, we love you!

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Me he demorado un par de días en escribir aquí, ¡pero es que esto es una locura! De verdad, una vez estás en un festival como este descubres hasta qué punto en los primeros días no tienes apenas tiempo para otra cosa que no sea tu peli: proyecciones, entrevistas, compromisos, ¡uf!

El día 30 fue la world premiere. Las películas de nuestra sección (la Spanish / Latin Cinema Competition, una de las tres a concurso del certamen) se proyectan en los Metro 4 Theatre. Y ya desde ese primer día descubrimos lo bien que nos iba a tratar el festival. Nos metieron en la sala 3, con una pantalla importante. Entrar para hacer el tech check previo fue abrumador. Malo para los nervios. ¿Aguantará nuestra modestísima película semejante pantalla? Guau… Y además había que llenar la sala. ¿Por qué iba el público a elegir nuestra película en lugar de cualquiera de las muchas otras programadas a lo largo de la ciudad?

Para completar la jugada y ponernos más nerviosos, Vince Palomarez, responsable de la sección, se nos acercó minutos antes de comenzar el pase para darnos un dato no esperado, pero importante: a Roger Durling, director del festival, le encanta la película y había decidido hacer algo no demasiado usual: él se encargaría de moderar el coloquio posterior a la proyección e incluso haría las veces de traductor -mi inglés compite en espantosidad con la forma de comer de los americanos-. ¡Casi nada!

Roger Durling, entregadísimo durante el coloquio posterior.

La hora no era mala en el ritmo propio de este festival (13:40) pero tampoco era, lógicamente, como para esperar un llenazo. Para nuestra sorpresa y alegría, no estuvimos nada lejos de ese pleno. Antes de la proyección, con las butacas ya ocupadas, quisimos tener un detalle con el grandísimo e inolvidable Álex Angulo (protagonista de nuestro primer corto, hace ya unos años), recordarle y dedicarle ese momento ante un público que, en un 90%, no sabía de quién estábamos hablando. Ni falta que hace, nosotros sí, y ha sido bonito poder recordarle precisamente en la Meca del Cine.

El pase fue inmejorablemente bien. Descubrimos lo expresivo que llega a ser el público norteamericano. Con ellos lo de saltar en la butaca es literal, amigos. Os lo prometo. La noche del ratón es una película muy basada en varios puntos de impacto en los que la película se la juega, sobre todo para sentar las bases de la tensión de todo el tramo final. Descubrir entre respingos y gritos del público que las escenas están funcionando es una sensación indescriptible.

Por cierto, no quiero spoilear (no, no lo voy a hacer, tranquilos) pero sí me voy a atrever a adelantar que nuestra peli tiene un desenlace nada usual en este tipo de cine, diferente y muy cabrón. Muy provocador, quiero creer. La reacción, al menos, me ha reafirmado en esa idea. Creo que lo hemos conseguido. Hubo todo tipo de reacciones al verlo: desde parte del público que lo aplaude directamente hasta gestos de sorpresa, algunas risas nerviosas, varios "what???" claramente expresados en voz alta (esto último me flipa, ¡me encanta!)… ¡de todo!

Desde luego, a riesgo de resultar cínico, esto resulta fantástico porque la sensación general durante el pase es que la película había gustado muchísimo durante sus 80 minutos, pero creo que es la guinda de ese final tan cabroncete la que ha generado cierto runrún alrededor de la película y ha hecho que, sí, en el segundo pase, ¡la sala se haya llenado!

Asier Vázquez, Noemí Chico y Asier Ortega, poco antes de la premiere.

Hay un dato además muy sabroso: yo, presa aún de los nervios por todo lo que está pasando, me había dejado invadir por un instinto pesimista, debido a que ese segundo pase sobre el papel tenía un buen horario (día 31, a las 20:00 horas) pero coincidía con la entrega del Modern Master Award a Michael Keaton. ¡Mierda! Tendremos la sala vacía, me repetía en mi cabeza…

...y sin embargo, como os decía, se llenó. Esta vez la sala era más pequeña (pero con una pantalla bastante maja, también, hay que decirlo). Quince minutos antes del pase medio aforo estaba ocupado, ya. Entre el runrún sobre esa peli con ese final tan… ese final, dejémoslo ahí; más la recomendación expresa de Univisión y del Santa Barbara Independent, la peli está atrayendo el interés del público. En efecto, el Independent ha destacado un reducido puñado de pelis entre las más de 200 programadas y ahí estamos, entre sus recomendaciones a sus lectores. Y a los chicos de KEYT (televisión perteneciente a la ABC, en este caso centrada en este área geográfica) se les ha llenado la boca diciendo que con pelis como la nuestra España "demuestra que puede competir con el thriller norteamericano". ¡Jaja, esto se nos va de las manos!

El equipo, ya horas después del primer pase.

De todos modos, si me quedo con algo en este sentido, de momento, es con dos cosas: primero, las palabras de Roger Durling, director del festival, que explicó al público del primer pase que le recordaba especialmente a la forma de rodar en interiores de Roman Polanski (aún enfriando la mente y autoconvenciéndome de que a este gran hombre se le ha ido la pinza, cuando habla de nuestra peli, algo así no deja de alimentar el ego, para qué negarlo…) y segundo, la cantidad de gente que nos para por la calle o al salir del cine para felicitarnos, para hablarnos de la peli, hacerse fotos e incluso darnos las gracias por traer aquí la peli. ¡Qué maravilla!

Volviendo al segundo pase, a mi juicio fue mejor incluso que el primero. Toda la tensión de la película ha funcionado muy bien en ambos, desde luego, pero en el segundo reaccionaron incluso mejor en los momentos de humor. Combo completo. En el coloquio posterior Asier Vázquez (productor y amigo) y yo estábamos ya más tranquilos esta vez, lo cual también ayudó a que tuviéramos una charla muy distendida con el publico, entre risas y un gran ambiente. Gran recepción.

Lo increíble de Estados Unidos, de esta industria, es que de repente a la salida te puede parar alguien y decirte: soy tal persona, hemos montado esta y aquella película (a ti te hacen chiribitas los ojos al oirlo, y perdonad que no dé el dato exacto de qué películas estoy hablando, hay que ser prudente) y te emplazan a una reunión en LA estos próximos días. ¿¡Estamos locos!? Quizá, pero maravillosa locura la de estos americanos. Aquí, estas cosas pasan. Pero es que realmente la película está gustando.

Por lo demás, también nos han anticipado que mientras que la prensa trabaja mucho el formato entrevista, o artículos previos respecto a directores y actores que van a estar en la ciudad, la crítica especializada no suele desplazarse hasta aquí para ver las pelis salvo en aquellas realmente potentes, el cine de Hollywood, digamos. Aunque en nuestro caso ya nos han avisado que sí ha habido algún crítico de algún medio muy interesante que ha acudido a verla y estamos algo nerviosos, expectantes. Sencillamente no sabemos si escribirá sobre ella, y si lo hace, si será para bien o para mal. Sea lo que sea, además, habrá que esperar probablemente hasta que el festival termine. Con esta gente, una buena palabra, un buen adjetivo, una buena crítica, puede cambiártelo todo.

Miriam, haciendo un Pataky.

Por lo demás, de largo, lo más bizarro ha sido pasear por la alfombra roja previa a la gala de entrega del Montecito Award a Jennifer Aniston, y ser disparado por decenas de fotógrafos. No es lo mío. Nuestra star, Miriam Cabeza, estuvo infinitamente más a gusto y bien plantada. Eso sí, con tanto tiempo que dedicar a la peli, proyecciones, prensa, citas… ¡cero tiempo de intentar coincidir con los famosos y hacernos alguna foto con ellos! El día 4 iremos al Director's Panel en el que charlarán entre otros Damien Chazelle y Richard Linklater. Eso sí que no nos lo perderemos y a ver si podemos luego hacer de fans y guardar alguna instantánea para el recuerdo.

Atendiendo a los medios en la red carpet, ¡uf!

Bueno, amigos, ¡soy consciente de que esta vez me he extendido más de lo recomendable en un artículo para internet, jaja! Perdonad el rollazo que os he soltado y seguiré contándoos esta aventura desde dentro. ¡Nos seguimos leyendo!