El particular via crucis de Martin Scorsese


12 de Mayo de 2015
por David RL

Martin Scorsese

Esto es una paja mental. Lo digo así, aquí y de primeras. Y me quito cualquier presión, o pretensión de rigurosidad.

Están filtrándose convenientemente las primeras imágenes de Silence, la nueva película de Martin Scorsese; adaptación de la novela de Shusaku Endo que el viejo Marty lleva décadas acariciando y que, ahora, por fin, es proyecto real. En sus tiempos se habló de nombres como Javier Bardem o Gael García Bernal, para protagonizarla. Ahora, años después, el caramelo le ha caído a Andrew Garfield.

No es la primera vez que Scorsese aborda un proyecto para el cual ha tenido que armarse de paciencia tras verse enfangado y frenado por la falta de confianza de financieros y otros peces de despacho. Antes que Silence hubo dos proyectos que fueron, para él, el "proyecto de su vida". En ambos casos se las vio y deseó para convertirlos en verdad -en forma de película. Hablo de La última tentación de Cristo y Gangs of New York.

Lo curioso es que, a la sazón, ninguna de estas dos películas alcanzaron el status al que si han llegado otros de sus trabajos. Los títulos sagrados de su filmografía (Taxi driver o Toro salvaje, por ejemplo) son proyectos que le llegaron de otras manos y que él atacó casi por impulso, con la agresividad de un kamikaze que lo deja todo en el rodaje de esa película, como si no fuera a haber otra después. Es el mismo tipo de energía que destila Uno de los nuestros, por ejemplo.

Last temptation of Christ

La última tentación de Cristo es un proyecto que Scorsese intenta levantar muy pronto, en su carrera. Pero es una producción cara, compleja, sin visos de reportar un beneficio interesante a quien vaya a respaldarla y, para colmo, con un fondo polémico que podría ser perjudicial para quien ponga su sello al inicio de la cinta. El rodaje llegó a estar a punto de abordarse años antes de que finalmente cristalizase el proyecto como tal: Scorsese se vio con un storyboard y un plan de rodaje que no le servían ya para nada. ¡Oh, ya no rodamos!

Años después, cuando al fin puede dar golpe de claqueta, las limitaciones de producción le han llevado a tirar ese primer storyboard a la basura y replantear otro estilo, otra manera de narrar una historia para la que no va a poder contar ni con lujos, ni con una calendario demasiado amplio, ni con cientos de extras.

La última tentación de Cristo, pese a todo, es una de las cintas más interesantes de Scorsese, y regala tramos brillantes, hallazgos visuales que llevan la marca de la casa, y un enfoque físico de lo espiritual que se agradece, y mucho, a la hora de abordar el último gran error humano de Jesús, ya en la cruz.

Pero esto no es algo nuevo. "Lo espiritual a través de lo físico"... ¿acaso no era este ya el punto de partida de Toro salvaje? Sea como fuere, la película fue un fracaso de taquilla -quizá previsible- y no acabó de convencer a la crítica usamericana. Mal asunto, después de tanto esfuerzo: llegar sin resuello a meta y no recibir ni un mísero abrazo...

Gangs of New York

El otro gran proyecto de Scorsese fue durante años Gangs of New York. Largamente deseado y perseguido, acaba haciéndose verdad gracias al apoyo de los hermanos Weinstein. También termina convirtiéndose en un fracaso probablemente con la inestimable "colaboración" de los hermanitos.

El director se quejaba de la vigilancia de halcón de aquellos, y aquellos se quejaban de muchas de las decisiones del director. Una pesadilla de rodaje que acaba con un montaje final en el que parece que Scorsese acaba siendo obligado a cortar más de lo que hubiera querido, para estar por debajo de un minutaje aparentemente excesivo.

Que el gran retratista de la mafia abordase este proyecto, con un altísimo presupuesto y con un equipo de campanillas, hizo que toda la comunidad cinéfila acudiese a la llamada con las expectativas al máximo. Eso no ayudó. De nuevo, hay que recordar que a lo largo del metraje se encuentran no pocos detalles sobresalientes, maravillas propias de un maestro. Pero sí, no es "la Película Definitiva de Martin Scorsese" que esperaban. Y la sensación de decepción se apoderó de todos.

Dicho esto, vuelvo a mis primeras palabras. Esto es una paja mental. Pero... ¿ha fracasado Scorsese cuando ha tenido que abordar los proyectos que guardaba más cerca del corazón, aquellos que precisamente más le importaban, los que más deseaba poder realizar? ¿Es una cuestión de presión? ¿Una presión que crece a lo largo de las semanas, meses, años por los que tenía que avanzar con el proyecto en su mente, hasta que por fin se volvía real la responsabilidad de filmarlos? ¿Quizá se ha manejado mejor cuando no ha tenido demasiado tiempo para reflexionar lo que hacía, como en el caso de Toro salvaje, la más kamikaze de sus películas?

Ahora tenemos un tercer capítulo, con Silence. Probablemente esta elucubración injustificada no pase de ser precisamente eso, y ahora nos encontremos, una vez más, con el gran Scorsese (el que también asoma en La última tentación de Cristo, pese a quien le pese), uno de los mejores cineastas que ha dado este arte a lo largo de su Historia. Ojalá así sea, pese a que ha tenido años y años para darle vueltas al proyecto, pensar, dudar, reflexionar, cambiar de idea, reenfocar...

Martin Scorsese




Google+

comments powered by Disqus


Tags: Martin Scorsese



Últimos artículos
Desarrollado por Dinamo Webs
Creative Commons
Publicado bajo licencia
de Creative Commons