Crítica de la película Closer por Iñaki Ortiz

Buen teatro


4/5
30/01/2005

Crítica de Closer
por Iñaki Ortiz



Carátula de la película Uno comienza esta postcrítica con un montón de foro a sus espaldas y eso cuarta un poco. En líneas generales tocaré un poco algunos temas del foro, sin argumentarlos y luego paso a hacer la postcrítica a mi rollo.

1: “Closer” es muy teatral.
2: Teatral es malo.
3: Las elipsis son del guionista y no de M. N.
4: No creo que la escena en que Roberts deja a Owen sea teatral por su puesta en escena o dirección. Aunque sí por sus diálogos.
5: Roberts... sín más. ¿Lo mejor que ha hecho? Quizá. Los otros tres muy bien, a excepción del doblaje de Portman (ojalá cambien a Graciela Molina con su voz chulesca que desvirtúa la imagen de Natalie Portman, ¿Qué tal Nuria Trifol? la de Cold Mountain o el episodio II) y especialmente el de Owen que no entiendo porque le han cambiado a peor desde “Arturo”, a un dobaldor que nunca había doblado a este actor. ¿Qué tal volver a Juan Antonio Bernal, que le ha doblado anteriormente (no en “Arturo”) y que es la voz de Ralph Fiennes.

Postcrítica:

Veo la película y me gusta, igual que veo “La gata sobre el tejado de zinc” y me gusta. Se trata de una obra de teatro y eso se ve en los diálogos forzados, ingeniosos hasta el absurdo, interpretaciones exageradas, sentimientos extremos. Esto me disgusta lo suficiente como para no calificar esta película de excelente. Al igual que una adaptación literaria que me pueda parecer demasiado novelesca. Cuando alguien se dedica a hacer una adaptación, ya sea literaria o teatral, no basta con que ponga en imágenes lo que sucede, pues eso demuestra únicamente la brillantez de la obra que sirve de fuente, y no aporta mucho dentro del arte cinematográfico. Y esto lo digo poniéndome tonto, y sin ponerme tonto (o lo que es lo mismo, dándole un 4), diré que no me importa ver una buena obra de teatro, convenientemente camuflada a modo de cine, con buenos actores y con dirección sobria. Y siempre es mejor que Nichols se dedique a esto, antes de hacer cosas como “De qué planeta vienes”. A un director con talento no se lo permitiría.

Para mí sin ninguna duda, estas elipsis de diálogo bien engarzadas son una necesidad básica del teatro, donde hay que minimizar los cambios de escenas y se necesita recurrir a ellos. Dentro de este ámbito teatral las elipsis son geniales, dentro de la película son algo forzadas. No entiendo muy bien el sentido de estas, ¿por qué es necesario saltar de esa manera brusca?, aquí no hay que cambiar el escenario... El caso es que supongo que a Nichols le habría encantado en su momento, cuando vio la obra de teatro, esa forma de saltar de una escena a otra (ya digo que a mi también, dentro de una obra de teatro) y posiblemente le habría parecido un crimen desperdiciarlas, pero yo me pregunto, ¿cuál es su función? ¿En qué enriquecen la historia? Para mí son mucho mejores las elipsis de “Aviator”, porque son muy adecuadas y necesarias, independientemente de su brillantez, y aunque sean más discretas.

Al poco de entrar en la película comprendí la forma en la que esta me iba a gustar. Supe rápidamente que debía disfrutar del diálogo elaborado, de los sentimientos a flor de piel y de las situaciones fuertes y cargadas. Y así lo hice, y tampoco me pregunté mucho ni lo hago ahora, si la escena final cierra ciclo o tiene un significado o no, simplemente la sentí, y me gustó. Y por cierto, diréis lo que querías de sujetadores y demás, pero la forma en la que se movía el pelo era mucho más interesante. Lo que no me gustó es la inicial, ¿a nadie más le da la sensación de que la alarga para poder mantener la canción más rato? Quizá lo pienso porque yo lo he hecho alguna vez y me avergüenzo de ello. Me chirrió, me sonó a “Friends” con música de U2.

En definitiva, me ha parecido una brillante obra de teatro, llevada al cine de manera aceptable.




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