Crítica de la película Genpin por Beiger

Me propongo precriticar Genpin justo después de precriticar I saw the devil. Sin duda, estamos ante dos películas que no tienen absolutamente nada que ver. Mientras en I saw the devil prima el espectáculo sobre cualquier otra cosa y trata de interesarte por la historia que se cuenta, Genpin trata de ser una experiencia mucho más abstracta. Se trata de una obra artística, filosófica, con una historia por detrás sin mayor interés, que busca mezclar realidad y ficción para crear una atmósfera en la que el espectador pueda sumergirse, apagar la parte más racional de su cerebro y disfrutar.

Personalmente, este no es mi tipo de cine y es probable que no me acercara a los cines a verla si no fuera porque se proyecta dentro del Festival de San Sebastián de este año. Sin embargo, intuitivamente, si que creo que puestos a ver una película de este tipo, la de Naomi Kawase va a ser una obra trabajada con el molde preciso para que me haga una idea de lo que este tipo de cine puede ofrecer...

Una propuesta imprescidible dentro de un gran festival, si lo que uno busca es encontrar propuestas poco habituales en cartelera. Como siempre, lo importante es no confundirse de sala de cine...