Crítica de la película End of the Line por Iñaki Ortiz

Una secta amistosa. Les suena el busca, sacan sus cruces cuchillos y ocasional espadón y empiezan a salvar almas. ¿Qué más se puede pedir? Se puede pedir tener un público terrorífico que complemente la película con sus gritos. Perfecto, lo tuvimos en la semana de terror. La película subió muchos enteros. Pero ahora viene el momento de ser serios, olvidarse un instante del griterío y de los cubatas fresquitos para decir claramente que “End of the line” es una pésima pelicula. Si acaso tan cutre y mala que tiene su punto.

Sólo espero que su director no se tome demasiado en serio su película, no lo parecía por lo bien que afrontaba las puyas del coloquio. El único fin de todo esto puede estar en la parodia porque desde luego miedo, muy poquito.

Bajo presupuesto que se hace notar en muchos aspectos pero que casi es de agradecer para no culpar a nadie, así podemos decir que no había presupuesto. Una historia como esta no merecía más. De Ilona me esperaba un mayor descubrimiento, una pena, se hubiera acogido con gusto.

Encantado de haber visto esta película afirmo sin problemas que es un maravilloso pestiño. Muy disfrutable, no apta para visionados en solitario.