Crítica de la película Todo es silencio por William Munny

Cuerda es de buenos


3/5
29/10/2012

Crítica de Todo es silencio
por William Munny



Carátula de la película José Luis Cuerda es un grande de la filmografía nacional. Sus éxitos de hace años junto con su producción más cercana, Los girasoles ciegos, La educación de las hadas o La lengua de las mariposas, siempre le avalan con mayúsculas ante un público que sabe que al menos una historia decente sí va a ver.

Hombre de historias de siempre, con un corte propio y usando narraciones muy de la tierra peninsular, con personajes rellenos de los matices de la geografía española, siempre nos muestra un metraje muy de entrar en lo profundo de lo que se nos cuenta.

En esta ocasión se trata de una historia gallega, con Miguel Ángel Silvestre (The Pelayos), Quim Gutierrez (Primos) y Juan Diego (Casual day) en duelos interpretativos en medio de silencios que el título ya nos preavisa, con pasados que recordar, con rencores y amores que sobrellevar y pasiones inviolables que sacar a la palestra en esos años 60 tan contrabandistas.

A veces este director me encanta, a veces no tanto aunque no suspenda. Esta narración tan necesitada de ayuda por la complicación del enredo, de las idas y venidas de pasado, de los personajes ahogados en sus pensamientos, me da un poco de respeto. Difícil a pesar de la ayuda del guionista y novelista Manuel Rivas, difícil porque ser una película redonda con tanto que explicar casi siempre es motivo de error, por eso no me fío. Parece muy densa, con muchas opciones de complicarse en encuentros pesados, y un Miguel Ángel Silvestre que no termina de cuajarme en el drama.

Cuerda es de buenas personas, veremos si sabe sacar partido a las malas.




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