Crítica de la película Exorcismo en Connecticut por William Munny

Y empezamos diciendo aquello tan conveniente para muchos films con presupuesto, y menos conveniente para los que no lo tienen tan alto, de basada en hechos reales. Una familia llega a una casa y sorpresa, el terror está en ella y nos come a los espectadores que observamos. Lo menos previsible de esta historia puede que sea el reto de encontrar la casa donde se rodó, eso sí, parece que no hay decorados.

Su director es un novel con muchas ganas de demostrar que se ha hecho con sobre todo la inestimable colaboración de Virginia Madsen, aún la recuerdo guapísima en Sueños eléctricos, que hace poco relativamente volvió al cine con Entre copas, y al menos la seguimos viendo en pantalla. Seguro que lleva el peso de las previsibles hazañas y sucesos de los protagonistas agónicos.

Según cuentan empieza y poco a poco...acaba por sacar a relucir todo lo típico del género sin dar margen para que nos ilusionemos demasiado. Arrástrame al infierno se estrenó esta misma semana anterior, y puede que destroce las pocas posibilidades de taquilla de un film que no tiene pinta de atraer demasiado ni siquiera a los amantes del terror.