Crítica de la película Medianoche en París por Iñaki Ortiz

Divertida mirada al pasado


4/5
18/05/2011

Crítica de Medianoche en París
por Iñaki Ortiz



Carátula de la película Woody Allen confirma con esta película que está en perfecto estado de forma. Ha echado mano de algunos de los recursos que ha ido mostrando a lo largo de su carrera para conformar una película sólida y equilibrada.

Juega con la ilusión convertida en fantasía de La rosa púrpura del Cairo. Una vez más, esa rutina y esa nostalgia de un mundo idealizado, que no esconde otra cosa que el descontento de sus protagonistas. Allen articula esta historia al rededor de una nueva versión de su clásico personaje, la que ya interpretara antes Kenneth Branagh, John Cusack o Jason Biggs, con tartamudeos incluidos, ahora encarnado por un muy eficiente Owen Wilson.

El director hace gala de sus mejores capacidades a la hora de crear secundarios, apoyándose sobre todo en leyendas de la literatura como ese "veraz" Hemingway, dispuesto a buscar pelea por placer, o el Dalí que sirve de lucimiento a Adrien Brody. Aunque quizá, sea un personaje anónimo el secundario más propio del director, y es ese cultureta pedante hasta límites insospechados y muchas veces errado que interpreta Michael Sheen con gran acierto.

Por supuesto, el director nos presenta un París de postal, cuestión que se enfatiza en los viajes al pasado. Con un comienzo similar al de Manhattan, nos ofrece los encuadres más bucólicos de la ciudad. Y en general, se dedica a regalarnos planos de lo más estéticos, con unos azules simplemente deliciosos, poco habituales en su fimografía. Una película divertida, bella, con mucha alma y con un mensaje claro: no idealices el pasado, disfruta de tu presente.



Google+

comments powered by Disqus
Medianoche en París en festivales: Festival de Cannes 2011 , Oscars




Más críticas de Medianoche en París

Ver la precrítica
Desarrollado por Dinamo Webs
Creative Commons
Publicado bajo licencia
de Creative Commons