Crítica de la película Monstruos contra Alienígenas por Obi-Wan

Nueva producción de Dreamworks, con animación en 3D (ahora todo lo que tiene que llamar la atención debe ser así y merece la pena ir al cine por ello), que nadará entre La parada de los monstruos e Independence Day, eso sí, con mucha más sorna. Lo que se adivina con ello, es que intentará dirigirse a un espectro más amplio de espectadores, más allá del público infantil.

Intento no sacar conclusiones precipitadas, pero desde hace tiempo, los productos de la Dreamwoks los recepciono con mucha menos ilusión que los de la Pixar. Muy lejos quedan ya títulos como Spirit o Shrek y sus más novedosos Kun-Fu Panda o Madagascar 2 no pueden compararse a Wall-E o Ratatouille, ni en historias, ni en animación, ni en guión. Se podría decir que Pixar ahora mismo, reina en solitario. Mucho me sorprendería que este fuera un pelotazo oculto en las sombras, lo que no quiere decir tampoco, que esta no parezca lo suficientemente mordaz e irónica para que logre entretenernos un rato, pero poco más.

Dirigida por Conrad Vernon y Rob Letterman, que anteriormente ya habían desempeñado esta función en Sherk 2 y El espantatiburones respectivamente, algo que tampoco da demasiados ánimos, ya que es un claro ejemplo de como esta productora ha ido perdiendo fuelle.

En Estados Unidos ha sido doblada por Reese Witherspoon (Ojalá fuera cierto), Hugh Lauire (House) o Kiefer Sutherland (Reflejos). Tras la nefasta moda que tuvimos en nuestras salas de poner caras famosas en vez de buenos dobladores, parece que todo está volviendo a la normalidad, así que confío en no acabar odiando a algún personaje por lo discordante de su voz.

Un producto entretenido, que espero consiga fuerza en su tono satírico y burlón y no acabe por ahogarnos en moralinas de superación y aceptación de uno mismo. Si me hace reír lo suficiente, me daré por satisfecho.