Crítica de la película Savage Grace por Romulo

Dulce o picante


3/5
01/10/2007

Crítica de Savage Grace
por Romulo



Carátula de la película Savage Grace estuvo en Cannes. Y gustó. Gustó la película y gustó mucho Julianne Moore, su protagonista.

Savage Grace es otra más de las recientes apuestas de cierto riesgo de una productora bien conocida en el norte de España: Monfort. Por supuesto que en Savage Grace tenemos más nombres en la trastienda, con mayor o menor participación. Pero es de justicia reconocer el trabajo y riesgo de una productora que, a la chita callando, se la está jugando apostando porque en España no se haga Cine Español, sino Cine. Ahí están a modo de ejemplo películas como Bosque de sombras, de desigual acogida crítica (aunque muy bien acogida aquí en Precríticas), o Casual day, que gustó bastante en el recientísimo Festival de San Sebastián.

Pero el de Savage Grace es un caso diferente. Aquí, como digo, hay más pasta. No me refiero a que estemos ante una producción cara (que no), sino que hay participación internacional, lo que se nota, para empezar, en su reparto actoral. La película, dialogada en inglés en su versión original, nos presenta a la citada Julianne Moore al frente de una selección de intérpretes que incluye gente de aquí (Elena Anaya, Unax Ugalde, Mapi Galán o una Belén Rueda a la que pronto veremos en El orfanato) y de allí (menos conocidos: Stephen Dildane, visto en Nueve vidas y El rey Arturo, o Eddie Redmayne, actor secundario en El buen pastor).

No sólo en el apartado actoral queda claro que no hablamos de cine español. Ni el hecho real que sustenta la trama argumental de la película tiene nada que ver con nuestro país, ni sus más directos responsables (su director, Tom Kalin, y sus guionistas) son españoles. Eso sí, sí encontraremos a paisanos al frente de otras labores importantes: fotografía, vestuario... Todo un esfuerzo internacional, en definitiva.

En Kalin deberíamos detenernos al menos un par de líneas. Se trata de una figura curiosa, que conoce bien el mundo del cine; realizó en 1992 un largometraje no muy conocido titulado Swoon. Ahora, 15 años después, se le incluye de manera automática en todas las fichas y etiquetas en lo que se dio por llamar, en aquella época, New Queer Cinema (junto a nombres bien conocidos hoy día como Todd Hayne). Desde entonces apenas sí le han podido seguir los que han tenido acceso a los varios cortometrajes que ha venido realizando. De hecho, ha ido desarrollando una carrera más cerca de la videocreación que del cine, prácticamente. Quienes conocen a fondo su trabajo repiten palabras como "sida", "crímenes" u "homosexualidad" sin demasiados aspavientos.

Por eso, tengo sentimientos encontrados. Por un lado, me temo (me intranquiliza esto) que estamos ante un drama que, al final, podría sucumbir a una línea de lo más clasicota. A lo mejor esta impresión la tengo únicamente porque veo a Julianne Moore al frente del cartel y automáticamente recuerdo Lejos del cielo... No lo sé. Además, ya sé que no soy yo el más amigo de moderneces entre los precríticos, aunque -al revés que Hypnos- lo cierto es que no disfruto muy a menudo con estos dramones de estilo sobrio y, ya digo, clasicón. Me viene a la memoria una película de tanto nombre como El cuarto mandamiento, que a un servidor le produce cierto sopor. Hypnos no os dirá lo mismo, claro. Sirva como muestra.

Pero por otra parte ese bagaje misterioso y casi desconocido que presenta su director se nos aparece como un dulce de lo más atrayente. O más picante que dulce... Sea como fuere, es obligado ser abiertos de mente ante una apuesta como ésta. Prudentes, sí, pero tampoco pesimistas. Al fin y al cabo Monfort ya ha demostrado que, hasta la fecha, quiere meterse en proyectos cuando menos diferentes a lo que solemos ver por estos lares.



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Savage Grace en festivales: Festival de Cannes 2007 , Festival de Sundance 2008




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