Crítica de la película Collateral por William Munny

Me muestro para comenzar bastante paciente para con este film que a pesar de manifestar garantías en cuanto a la concepción de unos planos y varios momentos de buen lenguaje visual se pierde en el estúpido guión que se pretende presentar. Sobra uno de los personajes, y mucho me temo que es el taxista sin carácter fuera de los prototipos de taxistas iranís que nos presenta la gran empresa del cine americano.

Si ya es bastante tener que adecuar nuestras neuronas hacia Tom Cruise vestido de malo, encima nos atacan con un lado bueno del personaje en forma de actor sencillo con gafas a bordo del taxi más limpio de Los Ángeles. No vale, a mi entender, que la imagen del héroe, el favor del público en la historia se divida, pretenden que veamos en ambos al mismo héroe en distintas fases del film como la tontería fuera el análisis general de las necesidades de un espectador astiado de experimentos con gaseosa.

Las tablas de un director mantienen el suspense, el guión se pierde sobre todo en el momento en el que el maletín vuela por el puente si ya estaba a la deriva antes. Aunque eso sí, salvo ese detalle de cine trabajado que se mantiene al final con un Tom Cruise que queda olvidado en un metro como él siempre había despreciado de la ciudad, la poca humanidad de la misma, la poca humanidad del personaje, que no resulta tan duro, no resulta tan fuerte, y al que dejan hablar demasiado en tono de amistad, un error, no resulta frío y calculador utilizando la gracia de la seguridad, resulta tonto y acabado como nunca le hubiera sucedido a Clint.


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