Crítica de la película Ratatouille por Romulo

El talento de Mr. Remy


5/5
13/08/2007

Crítica de Ratatouille
por Romulo



Carátula de la película No me cortaré un pelo a la hora de concederle las cinco estrellas a Ratatouille, porque me ha parecido maravillosa. Excelente y exquisita a partes iguales.

Excelente porque técnicamente es increíble, mejor que perfecta, brillante y, para colmo, plenamente consciente de su poderío. Se crece. Sus travellings frenéticos entre mesas, sillas, cocinas, armarios, despensas, utensilios... son simplemente superiores. Algo nunca visto. Técnicamente maravilloso. La escena acuática en las alcantarillas... ¡qué genialidad, que grado de perfección! Realmente, hay imágenes en las que uno se olvida de estar ante un film de animación. Son estampas perfectas, reales, uno creería estar viendo una imagen filmada.

Leo a mi compañero Sherlock maravillándose ante la textura, el color, ¡incluso el olor, casi! de cada condimento, cada salsa, cada plato que nos preparan. Y es cierto. Probablemente sea éste el aspecto donde mejor puede ser uno consciente del sublime (me repito, lo sé) grado de perfección técnica que los chicos de Pixar han alcanzado con esta película.

Pero su acierto técnico también se ilustra en otras cuestiones: los trazos con los que dibujan al protagonista adolescente son más que adecuados. Su narizota, las pecas disimuladas, el pelajo rojizo y su figura desgarbadísima y enclenque. Aciertos como éste se extienden a lo largo de todo el metraje.

Ratatouille es una película, también, exquisita. Porque la presentación del plato, ya lo he dicho, es excelente, pero su sabor no le queda a la zaga. Es graciosa, dinámica, ¡rapidísima!, inteligente, tontorrona sólo cuando debe serlo y sabiendo exactamente cómo hacerlo. También aquí, plenamente consciente de sus cualidades. Ratatouille es puro talento.

Me he sorprendido escuchando algunos diálogos realmente fantásticos, muy por encima de lo que es habitual en el denominado "cine serio", o "cine de verdad", o "cine real", o "de carne y hueso". Claro que hay soluciones de pura comedia (es una de las cuestiones de las que se quejaba Sherlock); ¿soluciones de película de dibujos animados? Tal vez, aunque no tanto. Es más, casi ni diría "soluciones de comedia"; más bien son soluciones cómicas. No es lo mismo. La rata maneja al chico como una marioneta, sí; esto es propio de "una de dibujos", quizá, pero es que... ¿cómo no van a ser dibujos si es la historia de una rata? Y no es que hayan salido por la tangente; ¡es que esa "solución" es realmente el gag! Y ni siquiera es un gag. No sólo uno. Da para muchos momentos realmente hilarantes.

No es un petacho, no es un parche. No es un mal arreglo. Es una solución de comedia clásica, de gran comedia. Esa y muchas otras. ¿Es acaso por clásico más sencillo, simplón? ¿Tiene menos mérito? ¿Merece menos aplauso? Sólo diré una cosa: si tan fácil era trabajar con ese viejo y delicioso estilo de comedia... ¿por qué ya nadie sabe hacer ese tipo de películas? Y lo que es más importante, ¿por qué el 90% de las comedias actuales son basura? ¿Por qué ya no hay buenas comedias físicas, de gags puramente visuales? Con Ratatouille tenemos una, y muy buena. Sí, es una rata. Sí, son dibujos. Pero por encima de todo es una gran comedia.

Por supuesto la película arrastra toda su narración hasta un inevitable mensajito final, esa lectura en off de la crítica del señor Ego. Puede ser que todavía Pixar (¡y qué decir de Disney!) necesite un pequeño último empujón para librarse definitivamente de estas repetidas cargas morales, de su eterno perfil de fábula. Pero en Ratatouille tampoco me ha molestado demasiado, y al fin y al cabo tiene el acierto de cerrar la historia con alegría pero lejos del éxito momentaneo del  Gusteau's.

Es fácil terminar así, lo sé, pero tengo que decirlo: Deliciosa.




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