Crítica de la película How to Get Rid of Others por Keichi

En defensa del Estado del bienestar


3/5
27/10/2007

Crítica de How to Get Rid of Others
por Keichi



Carátula de la película Dinamarca es conocida por ser uno de los países de Europa con mejor nivel de vida, pero como ocurre en toda sociedad, también tiene sus parias. How to get rid of the others reflexiona a su manera sobre la esencia del Estado Social -esa institución que debe velar ante todo por el bienestar de sus ciudadanos- y el conjunto de valores que auspicia, palabras tan escuchadas en boca de nuestros criticados dirigentes como lo pueden ser solidaridad o integración. Nos hallamos pues ante una distopía sobre el Estado del bienestar, una sátira política en forma de comedia negra y ambientada en un futuro cercano de lo más interesante. Este punto de partida, tan delirante como imposible, es una buena premisa argumental que el guión deberá cuidar sobremanera a no ser que quiera que la película termine por desmadrarse. Lo cierto es que se presta a ello.

Anders Rønnow Klarlund es un guionista y director danés con unas cuantas películas a sus espaldas. La verdad es que este autor se ha atrevido a coquetear con muchos géneros, pero sus trabajos más recordados son la película de marionetas Strings -un hermoso producto francamente logrado y premiado en Sitges hace dos años- y Besat, otra producción más de terror, que no sabe trasladar a la pantalla las excelsas virtudes de la cinematografía nórdica. El excelente estado de salud de que goza este tipo de cine queda demostrado con los numerosos premios que obtienen sus producciones en muchas de las grandes citas del celuloide. En cuanto a los actores, repetir lo necesarias que resultan unas buenas interpretaciones en una película coral, como es el caso. Nombrarlos a todos sería una perdida de tiempo. Baste decir que, aunque desconocido fuera de su país, el conjunto actoral tiene cierta categoría.

El film viene avalado por un innegable palmarés a su paso por una serie de certámenes menores, como el Festival de Cine Fantástico de Bilbao. No es una gran garantía pero menos da una piedra. No cabe duda de que va a ser una película divertida, pero no parece que pueda ofrecer gran cosa al margen de una desdibujada situación de la política actual de algunos gobiernos. Una curiosa referencia: El necesario presupuesto lo ha puesto Zentropa, productora del afamado Lars Von Trier, lo que no deja de ser un mero dato anecdótico. En efecto, aquí no hay nada del fracasado Dogma, sino más bien todo lo contrario. How to get rid of the others es una película de excesos y como tal corre el riego de perderse en su propio absurdo.




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