Crítica de la película 127 horas por Iñaki Ortiz

Entre la cámara y la pared


4/5
08/02/2011

Crítica de 127 horas
por Iñaki Ortiz



Carátula de la película Danny Boyle es uno de los directores que más admiro (que bien que la cartelera me está permitiendo usar esta frase a menudo con Weir, Aronofsky, los Coen...). Trainspotting es de lo mejor que ha dado la década de los noventa, pero es que además en los últimos tiempos, Boyle ha firmado dos películas impecables como son 28 días después y Sunshine, aunque luego los Oscars le lleguen por trabajos menos redondos como Slumdog Millionaire. Parece que sigue afiliado al tío Oscar, y esta película llega con unas cuantas nominaciones debajo del brazo. Quizá parte del éxito radique en repetir el guionista de la anterior película Simon Beaufoy. Me temo que yo estaba mucho más a gusto con Alex Garland, responsable de los guiones de las dos películas que he comentado antes.

Sea como fuere, esto es lo que hay. Una película basada en un hecho real, enfocada irremediablemente a su final, conocido por casi todos ya pero que, evidentemente, no comentaré, y que parece haber causado estragos en los estómagos de tantos. Tampoco será para tanto, aunque, estimado lector, si eres demasiado sensible a según que tipo de escenas, mejor que lo dejes pasar.

Una nueva oportunidad para esa dirección tan de diseño que aporta Boyle a su cine, cada vez con menos sonrojo. Un buen papel para un actor muchas veces desaprovechado, James Franco, que tendrá que sostener la película sobre sus hombros. Confío en que me mantenga pegado a la butaca, en que convierta en frenética una situación que no parece ser propicia para ello. Que Boyle siga experimentando y atreviéndose, a la larga, todos ganamos.



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