Crítica de la película Regresión por Iñaki Ortiz

Esta vez toca Fincher


3/5
18/09/2015

Crítica de Regresión
por Iñaki Ortiz



Carátula de la película Amenábar es una esponja. En cada película nos muestra el cine que le gusta, de dónde bebe, sus referencias claras. Regression, como era de esperar, le debe mucho al thriller psicológico de los 90 –hasta está ambientada en los 90- y muy en especial a David Fincher, en Seven y Zodiac principalmente. Aunque claro, no tiene el punch de aquel, ni de lejos. Muestra una casa muy desordenada, caótica, llena de gatos… pero no es capaz de expresar el ambiente malsano de las escenas del crimen de Seven. Vemos un plano clásico de terror, el contrapicado de un edificio con nubes en movimiento detrás; pero es solo un edificio y solo son nubes. Si ese plano lo hubiera rodado Shyamalan, Fincher, o incluso Carpenter, sería inquietante por sí mismo.

Diría que hay algo particular en las referencias de Amenábar: por primera vez también se toma a sí mismo como fuente. Y es que en esta regresión hay una buena parte de su primer trabajo, Tesis. La inquietud de lo que se cuenta, lo aterrador, el mal impensable organizado. El juego de dudas con la inocencia de algunos personajes cercanos y, sobre todo, esa reflexión final acerca del efecto de los medios en la sociedad. El plano de la gente mirando a la televisión parece sacado directamente de Tesis.

Amenábar habla de la sugestión, de la paranoia, de la psicosis colectiva. Aunque no consigue resultar expresivo con la desesperación y la locura malsana, sí desarrolla su guion con corrección. Le sobra, ser demasiado reiterativo a partir de la segunda mitad de película. Juega con el concepto del mal en sí mismo, y como reside en nuestra mente, sirviendo como metáfora la cuestión satánica. En definitiva, es la esencia del thriller psicológico: el terror está más en el pensamiento que en los hechos. En este sentido, construye toda una historia de posibilidades, en la que la imaginación conducida del espectador es la que marca los hechos, como en Zodiac, aunque claro, Amenábar sí lo resuelve, y usa recursos mucho más obvios, como los sueños. Ethan Hawke, con una interpretación sólida, le sirve para conseguir ese personaje íntegro y racional que va pasando de tipo duro a desesperado, en el clásico pueblo en el que nunca pasa nada.

Abusa de una banda sonora que machaconamente pretende subrayar los momentos en los que nos debemos asustar, o sentir suspense. Tiene algunas buenas ideas visuales y cierto garbo. En ocasiones, se le ve más suelto de lo que nos tiene acostumbrados. Las escenas rituales tienen su punto. Se despacha, como siempre, contra la Iglesia, aunque aquí también tiene para el dogmatismo científico.

Una película correcta, que ya hemos visto muchas veces y que no aporta nada demasiado nuevo a un género que se ha exprimido hasta la saciedad.



Google+

comments powered by Disqus
Regresión en festivales: Festival de San Sebastián 2015




Más críticas de Regresión

No hay precrítica.
Desarrollado por Dinamo Webs
Creative Commons
Publicado bajo licencia
de Creative Commons