Lo que ha ocurrido con el autoestopista es que no sabía bien hacia donde viajaba. Bien, me ha gustado la intención, el ritmo, pero el acontecer tan casual y forzado, con personajes a cada cual más extravagantes para disimular la falta de historia firme, solo han servido para mantenerme entretenido en el devenir de curiosidades de una galaxia extremadamente habitada.
Si tenemos que recurrir a un final fuera de lógica y aplastantemente divertido pero como excusa para finalizar, el único mérito que se consigue es entretener, pero yo personalemente busco algo más incluso en las comedias disparatadas.
La exageración sin mesura también puede parecer descuidada, y no es un mundo aparte, es una hipérbole de un mundo que ya quisiéramos tener. La pena es que con algo más de sal y cordura, le hubiera adjudicado otra estrella.