Crítica de la película Cuatro vidas por William Munny

Esta película es floja por las cuatro esquinas que la sustentan, y no me refiero tanto a las cuatro historias llamadas vidas, sino más bien al apartado actoral, al apartado de las sensaciones y tensiones, al mensaje mil veces ya manejado de mejor manera y al apartado de la contundencia narrativa a través de la cámara.

Los actores se muestran bastante pobres, con un mafioso que resulta demasiado gritón para llamarse Dedos, un secuaz con cara de palo continuamente, una chica de rostros planos y un, aunque salvándose, Forest Whitaker en su línea en papeles que le favorecen pero corto. Kevin Bacon es otro aparte, porque a mí no me dice nada en estos papeles tan lejanos a lo que él siempre ha representado.

Las sensaciones del film que deberían de ser tensas, parecen caer como nieve suave sobre los acontecimientos, como si la casualidad jugara malas pasadas y un mechachis se escapara de los que la sufren. No parece existir una tensión al menos cercana al parangón de un problema como el que se les viene encima. Las cosas se solucionan o robando bancos, o no huyendo con la guapa inmediatamente o simplemente llorando sin mover un dedo, nunca mejor dicho.

El mensaje mejor enviado y regalado es un típico de estas historia de historias, esa mariposa que aletea, ese cuadro de casualidades que ayudan a otras, ese caer de maldades en busca de hacer renacer un bien, demasiado tarde explicado a base de una bolsa que vuela y vuela con dinero, como bien solución. A mi modo de ver sencillo, y poco interesante, demasiado ya labrado.

Y en el apartado de contundencia narrativa, se vive en un intenso pasar de escenas porque esta es la que toca la siguiente, con los actores ya predispuestos o en posición y punto. Se para para que hagan el amor a lo intenso y emocional rompiendo todo aspecto estético o rímico del film, se destruye el carácter de acción del principio para dejar a un mafioso en continuo plano de dejarle hablar y hablar, en fin, una desfachatez de contexto global que no ayuda a que exista una buena neblina narrativa, parece ir a golpes obligados.

Lo único que hasta me ha hecho cierta gracia, el rollo ver el futuro, pero se apagó enseguida, o es que es mejor desarrollarlo en otro film. Seguro que ya se ha hecho, jejeje.