Crítica de la película La espuma de los días por William Munny

Siempre soltaré alabanzas para con el director francés Michael Gondry, eso sí, siempre que ponga encima de la mesa la originalidad de sus films por encima de todo. El director de Olvídate de mí, La ciencia del sueño, uno de los directores en Tokyo! O Rebobine por favor, sin embargo, parece haber perdido su hueco al menos en este país donde sus últimos films no se han ido estrenando para el gran público.

Es cierto que tras The green hornet, película trampolín al dinero, la fama o váyase usted a saber qué, que todos los europeos, o casi todos, acaban haciendo en Hollywood, parece que su declive como taquillero empieza aunque no su suerte como autor. Su cine es y será una esperanza puede que a veces demasiado estética pero una esperanza en el desierto de las ilusiones.

Retornando por tanto a su cine de casa, con Audrey Tautou (La delicadeza) y Romain Duris (Populaire) como protagonistas, podremos adentrarnos en la mágica relación de amor que nos propondrá con estética y dinamismo garantizado.