Crítica de la película Los Abrazos Rotos por Hypnos

El cine español está de enhorabuena en 2009, con la presentación de películas de sus monstruos pesados. Almodóvar, con Los abrazos rotos; y Amenábar, con su mastodóntica Ágora.

Volver no me entusiasmó, de hecho, es una película que me ha costado horrores verla, y en la que sólo de he plegarme al talento de una Penélope Cruz, tan castiza como sexy. No me gustó esa declaración de intenciones, de vuelta a los orígenes y, en cambio, con mucha mayor predisposición me embarco en la travesía que me llevará al cine a disfrutar de esta película.

Almodóvar ha dicho sobre este film que "es el guión con más trama de los que he escrito hasta ahora". "Pero también es una película de personajes, de actores". Y el reparto habla por sí solo.

Al frente, Penélope Cruz, la primera actriz española en ganar un Óscar de la Academia, por su interpretación en Vicky Cristina Barcelona, un seguro a todo riesgo. Junto a ella, Lola Dueñas, que se dio a conocer con Mar adentro y a la que últimamente la hemos podido ver en Fuera de Carta; Lluís Homar, un actorazo, que hace poco ha salido airoso de la interpretación del Rey en la fabulosa serie sobre el 23-F, y cuya presencia ensalza películas como Bosque de sombras; Blanca Portillo, a la que vimos en Alatriste, Siete mesas de billar francés o El patio de mi cárcel.

Del reparto sorprende la presencia de Alejo Sauras y de Dani Martín, el cantante de El canto del loco. Esperemos que no dé el cante. Almodóvar es uno de los mejores directores de actores del mundo.

Pero es que por la pantalla veremos desfilar a Carmen Machi (Aída); Asier Etxeandia; Chus Lampreave; Kira Miró; Rubén Ochandiano o Ángela Molina. Un repartazo que va a estar acompañado de la banda sonora del siempre genial con Almodóvar, Alberto Iglesias. Por lo que a enumeración de equipo técnico se refiere, cabe hacer mención a que no tendremos a Aguirresarobe iluminando el film, sino a Rodrigo Prieto, el responsable de la luz en Deseo, peligro; Brokeback Mountain o Babel.

Huele a peliculón, huele a intensidad a todos los niveles (dirección, actores, luz, música), huele al Almodóvar que me encandiló en Hable con ella.

Estamos de enhorabuena.