Crítica de la película ¿Hacemos una porno? por Beiger

Kevin Smith es un director con más recorrido de lo que parece. Por un lado no ha dejado de explotar su el universo que creó con Clerks o Mallrats. Lo podríamos llamar el "universo Bob el silencioso". Por otro lado, no ha dejado de flirtear con las grandes productoras para dirigir y/o escribir alguna gran superproducción sobre superhéroes, cosa que no ha conseguido. Y, en medio, nos regala películas interesantes como Persiguiendo a Amy. Una película diferente que, con un lenguaje inusual, trata de recordarnos que el amor real puede ser mucho más inusual que lo que nos cuentan las películas románticas al uso. Como dirían en Clerks 2: a veces, si se da la situación, se puede ir de culo a boca.

En ésta ocasión, la película cuenta entre su reparto con Traci Lords y Seth Rogen, entre otros. La primera me encaja mucho con la película que me espero: Traci Lords fue actriz porno de verdad a los 16 años y es un auténtico icono de culto. Seth Rogen, uno de los musos (sí, me acabo de inventar ésta palabra) de la industria indie actual, no me convence del todo. Y es que de Kevin Smith me espero siempre algo políticamente incorrecto, y el cine indie hace tiempo que dejó de serlo (sólo hace falta ver la horrible Juno).

Esperando que no se trate de una película donde se constate que Kevin Smith ha sucumbido a la industria indie, recomiendo ésta película para todos aquellos que disfruten de una comedia diferente, donde hay humor y  amor, pero no nos aburren con los clichés habituales.

Yo, por lo menos, pienso probar suerte.