Crítica de la película En la casa por Olmo

Cuando quedan meses para el pistoletazo de salida en el Festival de San Sebastián y uno se entera que François Ozon viene es sin duda una buena noticia para todos y en consecuencia motivo de alegría. El director galo aporta, convence y marca la diferencia. Probablemente sean estas tres máximas las que hacen que Ozon sea invitado de nuevo tras Le refuge, aquella que causó tantos desmayos allá por el año 2009. Considero que el cine francés es casi de obligada proyección cuando las razones así lo determinan. Ozon y Caunet son esas razones. Aunque el jurado oficial no lo vea así o no lo haya considerado de esta manera en los últimos años.

Esta su última cinta se titula Dans la maison, aparentemente un drama de corte sencillo y para todo el público pero que subirá el tono de manera gradual dando intensidad al film, creciendo la calidad, tocando el violín y avisando del peligro que amenaza. Temas tan sencillos como el hogar familiar , el entorno escolar o los adultos que habitan en él son ingredientes que se manejan muy bien en ese cine que Ozon sabe convertir en sugerencia. Conflicto y denuncia en el interior de un hogar y muchas otras sorpresas. De nuevo el acento galo pululando por encima de los subtítulos, de nuevo un cuerpo, la sensación de ver un film terminado, atado, concluido. Cine para compartir y no irse por las ramas. Este director galo nos vuelve a tocar la puerta y agradecidos todos de abrírsela porque quien más o quien menos no podrá negar a estas alturas que el peso de esta película nos deje indiferentes. De nuevo lo cotidiano. De nuevo la alta cocina en Donostia. Brindemos.