Crítica de la película Sherlock Holmes por Hypnos

Una semana de estrenos con cara y cruz. La cara es el esperadísimo estreno de La cinta blanca; la cruz, esta innecesaria revisitación de un mito de la literatura: Sherlock Holmes.

Está siendo un taquillazo en Estados Unidos y lo será en España, de eso hay poca duda, aunque sea a costa de destrozar un mito que ha dado, fuera de la estricta adaptación de la pluma de Conan Doyle dos auténticos peliculones como son La vida privada de Sherlock Holmes y El secreto de la pirámide.

La película huele a mezcla de Wild Wild West con Vidocq y, por supuesto, la única película que es capaz de hacer el señor director de este pestiño, Guy Ritchie, por muy diferentes nombres que le ponga: Rockandrolla, Snatch y Lock & Stock.

Al frente del reparto dos de los actores más talentosos de su generación: Robert Downey Jr. y Jude Law. El primero, haciendo de Sherlock, el segundo, de Watson. Cámara nerviosa, mala ambientación victoriana y acción a raudales. Señores, el público de ahora se aburriría viendo a Holmes meditar en silencio con su nariz aguileña, mejor verlo pelear en los bajos fondos.

Por lo menos podían haberla rodado en 3 D y así uno se divertía comiendo palomitas y poniéndose las dichosas gafitas.

Lo dicho, un pestiño.