Crítica de la película Scoop por Iñaki Ortiz

La cuarta etapa


4/5
09/11/2006

Crítica de Scoop
por Iñaki Ortiz



Carátula de la película Después de cuarenta años haciendo cine y a sus setenta de edad, se diría que Woody Allen ya ha dicho todo lo que tenía que decir, que se puede empezar a hablar de su filmografía completa. Hasta ahora, sin tener que analizar demasiado, se podía dividir la carrera del cineasta en tres etapas, sin dejar demasiado margen al error: la primera, la del humor más absurdo, exagerado y surrealista que acabaría con la ocurrente “La última noche de Boris Grushenko” para pasar con “Annie Hall” a una etapa mucho más seria, sin perder su sentido del humor pero con películas más de relaciones de pareja y retratos de sociedad. Esta etapa, la más larga y mi favorita terminaría con la maravillosa “Balas sobre Broadway” que contendría ya parte de la siguiente etapa, un poco híbrida de las anteriores, más dedicada a la risa y a las situaciones pero más seria que la primera (y bastante menos ingeniosa). Tenía suficientes reminiscencias a sus anteriores etapas como para considerarla un cierre, un final. Parecía que no daría para más.

Sin embargo, con “Scoop”, Allen confirma que su anterior película “Match Point” no era una simple singularidad en el camino. Si bien esta nueva película no alcanza el nivel de la anterior sigue por la senda marcada. Un cine mucho más alejado de la comedia, con guapos y guapas, con una fotografía muy seria y con amor en el jardín, pero amor sin ironía. En ambas se utiliza la trama del asesinato y está presente la aristocracia. A Allen ya no le interesa tanto una pobre familia judía de Nueva York como una elegante y sarcástica familia aristocrática de Londres. El cambio de localización no es trivial, es la etapa londinense.

Discrepo por tanto de la crítica de mi compañera Obi-wan  cuando dice que la película sigue el patrón de las últimas comedias del director. Considero que es un humor mucho más comedido y unos personajes más realistas. Las puyas cansinas y exageradas que suponían la esencia de  “La maldición del escorpión de Jade” no se dejan ver por aquí, donde el personaje de Allen y el de Scarlett Johansson tienen una relación quisquillosa pero mucho más sutil e interesante. El argumento imposible y desternillante de “Un final made in Hollywood” tampoco se encuentra en esta película, a pesar de su toque paranormal que no deja de ser un adorno.

Me gusta este nuevo Allen, como me han gustado los anteriores, deja un poso gratificante, una sensación de acabado suave y una sonrisa continuada. Sus tramas no dejan de tener ingenio (un giro limpio del que debieran aprender muchos) aunque ahora sea más convencional. La tranquilidad de los años le dan la oportunidad de cambiar su estilo, sin perder ese humor tan suyo que hace que le veamos haciendo trucos de magia en una fiesta de alto copete mientras les dice que son un público fantástico, o por el que dice que los ingleses conducen por el lado erróneo.

En cuanto a los actores, aparte del propio director haciendo su papel de siempre tan bien como sabe, están perfectos. Johansson, que lo mismo vale para hacer de mujer años 40 en “La dalia negra” que para hacer de ingenua jovencita con gafas aquí. Tan fresa como deliciosa. Hugh Jackman va ganando enteros a marchas forzadas, no me extraña que se lo estén rifando los directores más interesantes del momento. Elegante y carismático. Inglés. Muy bien.

Scoop” no será una de sus grandes películas pero es más grande que las grandes de otros. La próxima película de Woody Allen estará ambientada en Londres también, y con guapos de nuevo, me parece maravilloso.



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