Crítica de la película Luciérnagas en el jardín por William Munny

Esta parece una de esas películas que apetecen ver por encima de todo, por mucho que parezca que no es para tanto o que simplemente tampoco ha conseguido tanto éxito, se trata de un argumento, de unos actores y de una intención que es difícil rechazar. Su poco experimentado director coge las líneas de Robert Frost y las adapta al lenguaje cinematográfico de la mano de actores de importancia en aparentes papeles no menores, pero sí lejanos a la idea que se puede tener de estas megaestrellas. Julia Roberts (La guerra de Charlie Wilson) o William Dafoe (Spiderman 3) son suficientemente grandes como para disfrutar de vez en cuando papeles más sencillos pero enrevesados, como los que aparentemente parecen estos del film. Un matrimonio y lo que ello conlleva.

El mundo visto desde los ojos de la familia o al menos del amor eterno, el mundo de las relaciones a examen en una película que espero sea tierna, dura y provocadora, tanto como para absorver la atención y la ira de un espectador acostumbrado a pocas turbaciones. Me gustaría que la cámara no tuviera demasiado que ver, sólo en los momentos en que haya que captar matices de rostro, que las actuaciones hagan olvidar formatos anteriores, sobre todo el de Julia, y que a decir verdad, se profundize de verdad, sin excusas de acción que terminen por hacer de los pensamientos hechos, que poco ayudan a llegar a una conclusión con el público como copartícipe.

Acompaña Ryan Reynolds, recientemente en Definitivamente, quizás, y la en alza Hayden Panettiere, de la serie de televisión Héroes en el papel de animadora, a la que muchos la catapultan ya al estrellato dentro de pocos años, no será para tanto pero la verdad es que merece ese lugar al menos por ahora. Emily Watson o Carrie-Anne Moss son las secundarias de lujo, a las que hemos podido ver en Mi monstruo y yo y Fido.

Hay que apostar por films de estas intenciones, y estoy casi seguro de que esta joya sincera no nos va a defraudar a los que buscamos en un drama un motivo superior que simplemente llorar. A ver si hay suerte.