Crítica de la película Honeydripper por Iñaki Ortiz

No entiendo por qué esta película debe durar dos horas, cuando con una hora y media podría haber sido una película interesante. Hay escenas enteritas que yo hubiese eliminado del montaje final, por ejemplo, la de la mujer hablando con su jefa, introduciendo elementos que no son demasiado útiles y que surgen bien avanzada la trama. Como esto, otros momentos, y pequeñas subtramas que no tienen ningún interés ni aportan nada. Así el metraje se alarga y mi paciencia se resiente.

Si sintiera más dentro los derroches de soul que nos regala la película quizá sería todo más fácil. Si los momentos en los que los personajes medio cantan medio recitan me resultasen interesantes, puede que otro gallo cantaría. Pero es que no me resulta demasiado positivo. Es de agradecer que no entre de lleno en el musical clásico y se quede en una especie de híbrido. Más no podía haber aguantado. Comprendo que otros puedan estar en la gloria con todo esto.

Danny Glover estupendo, sí, ya sabemos lo bien que le sienta interpretar al “negro clásico”. Recordemos El color púrpura, con quien no sólo comparte al actor sino también varios personajes tipo, y algunas localizaciones, como el bar en el pantano, por ejemplo.

Se le puede acusar fácilmente de que todos esos personajes son tremendamente estereotípicos, con su forma de vestir, su forma de hablar… todo. Yo quiero pensar más que el film quiere hablarnos más que de una historia concreta con unos personajes concretos, una visión esa cultura musical, con toda la imaginería que lleva detrás. En este sentido es más un musical que en las propias actuaciones. El caso más claro es el ciego vagabundo, el típico juglar con tintes proféticos. Muy de musical. Por cierto que a la existencia real de este personaje se le quiere dar una ambigüedad que es bastante más evidente de lo necesario para un público de hoy en día.

Es una película cómoda de ver, aunque se haga algo larga, con buenas interpretaciones, buena factura, pero que se queda más en un capricho musical que en un film verdaderamente interesante. Buena intención.