Crítica de la película El intruso (Enduring Love) por Iñaki Ortiz

Me temo que nos encontramos ante el típico producto alcanforado, sin fuerza especial en ninguno de sus aspectos. La gris y rutinaria adaptación de la novela de éxito de turno. De éxito moderado claro. Auguro que todo en esta película será moderado.

La novela en cuestión es obra del novelista Ian McEwan, de quien ya se adaptó otra novela suya en “El buen hijo”, aquella película en la que Macaulay Culkin haciendo de malote le daba el relevo de la fama a Elijah frodobolsón  Wood. Pero esto es otra historia, lo que importa es que, querido lector, recuerdes aquella película. En mi opinión una historia algo monótona y estirada. Olvidable. Me temo que esta será peor.

Director y guionista poco tienen que ofrecer, del primero, el sudafricano Roger Michell destacaremos, para bien o para mal, la película, inglesa a más no poder, “Notting Hill”. Para gustos los colores, para disgustos “Notting Hill”, aquella película que pareció mandar al traste ese tipo de comedias inglesas después resurgidas con “El diario de Bridget Jones”... pero esto es otra historia.

Seguramente lo más destacable de la película vienen a ser sus actores. El protagonista, Daniel Craig (“Munich”, “Renaissance”, “Infamous”) o más concretamente el nuevo Bond para las próximas entregas, empezando por “Casino Royale”. Polémica la elección de este Bond, pero no entraré ahora en ella porque sin duda es otra historia. El caso es que se trata de un actor competente pero no deslumbrante.

A su lado, Samantha Morton (“The Libertine”, “Código 46”), o más concretamente esa señorita a la que tenemos semiahogada en líquido precog aquí en Precríticas, ahí arriba, en la cabecera de la página para que nos chive un poco de lo que ve en el futuro del cine. No está nada mal esta actriz a la que algunos descubrimos en la insufrible “Morvern Callar” en un festival de San Sebastián de hace ya algunos años... pero esto ya es otra historia.

Y definitivamente prefiero eso, otra historia, otra película. Una que arriesgue una pizca más. Puede que esta no termine de ser mala, pero buena es poco probable que sea. Llega dos años tarde sin duda al calor de los disparos del agente más cool de su majestad. Simplemente no me interesa, pero no se la quiero desaconsejar a alguien que tenga ganas de pasar el rato en el cine.