Crítica de la película Vicky Cristina Barcelona por Olmo

Puro trámite


3/5
19/09/2008

Crítica de Vicky Cristina Barcelona
por Olmo



Carátula de la película No me ha costado decidir la nota de esta película. Sin duda es un tres clarísimo. Allen está mayor y se nota. No estoy muy seguro de lo que quiere hacer con su vida cinematográfica. La verdad es que Scoop, Cassandra's Dream y Match Point comparado con Vicky Cristina Barcelona son mucho más brillantes y descaradamente más puras. En esta ocasión el elenco de actores y actrices formado por Bardem, Penélope Cruz y Johansson llenaba a esta cinta de titulares y buenos augurios. Pero después de verla mi conclusión es que ha sido un producto de los medios de que se ha rodado en Barcelona, la primera vez de Woody en España, los actores españoles, etc...Todo marketing.

Su inicio es puro Allen. Música (una canción interesante y pegadiza) y presentación del equipo con fondo negro. Hasta ahí bien. Y su primer momento es muy directo. Johansson y Rebecca Hall y su llegada al aeropuerto de Barcelona. Hata ahí también bien. Muy directo, sin prólogos. Me gusta. Ahí piensas en que esto será una avetura de amor y desamor y punto. Pero uno se echa para atrás cuando se escucha esa voz en off en inglés tan ridícula y con aires de narrador gracioso e interesante que nos sorprende en numerosos momentos. Sobra este detalle. Presenta a Vicky (Hall) y a Cristina (Johansson) de manera sintética. También bien. Se nota que Allen quiere aprovechar los minutos recurriendo a lo necesario y verdaderamente importante. Una declaración de intenciones por su parte. Ha mantenido buen ritmo durante el largometraje, todo hay que decirlo. Siempre algo nuevo, algún sitio nuevo, todo ello consecuencia del conflicto. Hora y media de película que no se hace del todo larga, tampoco corta, está bien como siempre.

La aparición de Bardem como macho ibérico que se come a Johansson con sólo mirarla es impresionante. Es el primero de los tantos momentos en los que Bardem directamente liga. Y sin verguenza. Muy grande. Chulo, prepotente y seguro. Bardem lo ha hecho sin sudar. Y él lo sabe. Morbo, morbo y más morbo. Un éxito la escena del restaurante. Una babeando, la otra disfrazándose de compromiso. Un Allen muy verde. Todo ese rollito trío que se empieza a crear en la cena sin llevarse a cabo que luego se repetirá con Penélope Cruz culminándolo no me ha terminado de convencer. Una apuesta de Allen por los tríos. Intención de añadir morbo a la película gratuitamente. Ya que estamos. Parece que la cinta quiere despegar pero algo la detiene. Bardem juega y juega con las dos, pero quiere a las dos a la vez. Te das cuenta de que sin Bardem no hay historia. Y por fin aterriza, tarde eso sí, Penélope. Hace de ella misma, de cuando trabajaba en España con Almodóvar, ese rollo Jamón Jamón que al fin y al cabo es lo que mejor se le da, hacer de ella misma.

A pesar de que Allen quiere ver en estos personajes a Mia Farrow y compañía en versión moderna esto no cuaja. Demasiadas estrellas juntas o por lo menos alguna sobra. Y esa es Johansson. Muy prescindible. No así Rebecca Hell que asume este papel sabiendo que no será la más perseguida por el ojo del espectador. Guapísima, espontánea, muy segura. Y respecto a la ciudad de Barcelona hay un especial interés por parte de alguien de meternos por narices esta ciudad en nuestras intenciones turísticas próximas. Por otro lado está el rollito europeo de libertinaje, libertinos de la Europa abierta a todo y sin prejuicios que se le ha dado bastante mal a Allen por cierto. Toda en su conjunto es una película de Allen. Porque al final todo acaba siendo absurdo pero con mucho sentido. Lo de siempre, comentarios jocosos, latigazos verbales, charlas de copa de vino. Al final nadie gana o alguno gana más que otros. Y termina por dejar a Bardem y Pe hablando en castellano sabiendo que esos momentos serán lo más. La trifulcas y los segundos comentarios están bien. Te motiva algo.

Al final me ha cansado bastante y ha tomado el rumbo de telenovela. No estoy seguro de lo que ha querido hacer Allen en esta ocasión pero no me da sensación de que le haya salido bien la jugada. Cada vez ofrece menos y peor. Eso sí, dirigir no le se olvida y escribir tampoco. Vicky ha sido un Woody Allen desconocido pero Woody Allen al fin y al cabo. Todo el rollo de la felicidad, el amor, los límites, la inseguridad, la estricta moral, la libertad sexual, el conformismo, la vanidad está más que masticado en su cine.

Me ha dejado una sensación de vacío. Nos ha dejado con hambre sabiendo que había comida en la nevera. Qué se le va a hacer. Ha sido una más sin pena ni gloria y nos han vendido mucho humo. Puro trámite. Nos vamos de vacío.

 




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Vicky Cristina Barcelona en festivales: Festival de Cannes 2008 , Festival de San Sebastián 2008




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