Crítica de la película Rampart por Olmo

El Festival de San Sebastián de la presente edición ha "premiado" una vez más al espectador con varias interesantes retrospectivas. Entre ellas se encuentra American way of death o Cine negro americano 1990-2010 con títulos como Fargo, El silencio de los corderos, Collateral, Heat, Muerte entre las flores...vamos, todo un lujazo, un privilegio en estos tiempos. Por eso, veo a mi parecer muy acertada la decisión de incluir una "negra" actual en la Sección Oficial del festival. Y le ha tocado a Rampart, del director Oren Moverman (The messenger). Moverman no está sólo, ni mucho menos. En su anterior largometraje contó con Steve Buscemi (Fargo) y  Woody Harrelson (Asesinos natos) y vuelve a rescatarlos para este film de vaqueros contemporáneos. La de estos dos actores no son las únicas caras conocidas: Robin Wright Penn (La vida privada de Pippa Lee), Ben Foster que repite tras The messenger, Sigourney Weaver (Alien)...¿ a qué se les hace la boca agua? Actores con nombre propio, con caché, huele a hollywood sin ser hollywood propiamente. Estamos hablando de cine independiente USA con vaqueros de primera.

Además, si les parece poco, tengo que añadir que el guión de la cinta ha sido revisado, olido, mordisqueado y machacado entre Moverman y el mismísimo James Ellroy (L.A Confidential, el libro, claro está). ¿Quién dice que no a un banquete de este tipo? Creo que es de las que se tienen que ver sí o sí, razones hay de sobra.

Rampart es una de las cintas más atractivas de la Sección Oficial del Zinemaldia. Dado su caracter, su reparto y su relación con la retrospectiva. A priori, buenos cimientos. ¿Y del interior? Corrupción, carroña y ambiente literario made in Ellroy pero adaptado al cine. Una al estilo L.A Confidential. Un argumento clásico del que nunca nos cansaremos. Rampart, impactante y atrevida. Otro giro de cuello del festival donostiarra mirando hacia otro tipo de cine en su sección más oficial. Muy muy recomendable.