Crítica de la película Terraferma por Olmo

La Italia de la parábola menor vuelve a asomar su cabecita. Tras Le quattro volte y El hombre cerilla, una versión renovada y actualizada del estado de las cosas llega a nuestra cartelera. Su nombre es Terrafirme y su abanderado es el director italiano Emanuele Crialese, responsable de trabajos como Nuevo mundo o Respiro, ambas con sendos premios y nominaciones varias en el panorama nacional italiano. Y es que Crialese es un director que le gusta trabajar de adentro hacia afuera, es un hombre de valores, preocupado por la soberanía de los habitantes del planeta tierra, enamorado de su patria y nostálgico. La belleza del país de la bota es un escaparate y una oportunidad de viajar con conciencia, debatir con respeto y mejorar todo lo que no marcha del todo bien. Prueba de ello es el Premio Especial del Jurado que recibió en Venecia en el año 2011. Sin duda, una película de, por y para el pueblo.

¿Puntos negros? La constante lentitud que nos visita siempre con estos cuentos adaptados al cine, la mensajería tópica o la gratuita simpatía compartida con los protagonistas, el conflicto en cuestión y el tono de la denuncia. Creo que no estan de más trabajos como este aunque un pelín festivalera de menor nivel quizás. Desde luego, sólo apta para gente que sobrevivió a Le quatro volte o parábolas de sobremesa. La tierra, la arena, el mar...