Crítica de la película Synecdoche, New York por Iñaki Ortiz

Llegó el momento de volar solo. Charlie Kaufman se ha ganado a pulso que muchos le consideremos como el mejor guionista en activo. Con trabajos tan sorprendentes como impecables, como es el caso de la disparatada Cómo ser John Malkovich, la milimétrica El ladrón de orquídeas o la imaginativa Olvídate de mí. Con cinco películas en las que ha participado como guionista ya se ha forjado un nombre que la mayoría de los cinéfilos medios han oído nombrar. Y eso no es algo especialmente sencillo cuando se trabaja escribiendo.

El caso es que hasta ahora, por mucho que sus películas fueran más suyas que de ningún otro, había trabajado a la sombra de otros directores. Los comentarios menos agudos pasan por alto su presencia y regalan la popularidad a Spike Jonze o Michelle Gondry, por otra parte, muy buenos profesionales. Está claro que se ha cansado de esta situación y ha decidido lanzarse en solitario. Será interesante averiguar como le va. Me pregunto si esta decisión se debe más a la necesidad de satisfacer su ego creador o a la convicción de estar preparado para asumir también ese rol.

Mucho me temo que su calidad como realizador será moderada y pasará desapercibida, eclipsada por un guión brillante. Creo que quedará lejos de los trabajos de esos otros directores. Aunque al fin y al cabo, si George Clooney se permitió dirigir uno de sus guiones en la genial Confesiones de una mente peligrosa, ¿por qué no vamos a darle una oportunidad al propio Kaufman?

En cualquier caso, las previsiones son optimistas. La película ha sido seleccionada en el festival de Cannes a concurso, aunque esto puede deberse únicamente a la fuerza de su nombre. Lo que también me anima es ver al cargo del personaje protagonista al virtuoso Philip Seymour Hoffman (Capote). No vendrá mal tampoco la participación de Catherine Keener, con quien ya trabajó Kaufman en Como ser John Malkovich.

Veremos que tal le va por Cannes. Yo, por supuesto, no me pienso perder la nueva película de mi guionista favorito.