Crítica de la película Séptimo por William Munny

Patxi Amezcúa me sorprendió y encantó en 25 kilates. Película Findeable (que tarde o temprano irá a un Finde Precrítico como ejemplo de buen hacer) y que demostraba que este director sabe contener y detener los tiempos de un género aportando algo más, con sentido y sensibilidad, con cámara agraciada y fotografía de ser humano lejos de lo comercial, por eso necesita actores.

El cine hermético que se nos parece proponer con Séptimo parece ser fácil y plausible entre sus manos. Las capacidades de plasmación en pantalla de tensión, suspense y emoción con un toque de comercialidad no serán complicados para un director que me ha demostrado controlar los momentos con el fondo de personaje como centro y no al revés.

Una prueba de que la industria confía en su hacer es que le haya puesto entre las manos a Ricardo Darín (El secreto de sus ojos) y Belén Rueda (El orfanato) para salir a la palestra de la cartelera con un producto que quiere vender pero que sé seguro que va a ofrecer algo más. Habrá que observar con atención pero habrá algo más que palomitas.

Bienvenidos al thriller de Buenos Aires, viaje emocional, thriller psicológico con cámara aguda y sobre todo relaciones entre padres e hijos como en 25 kilates.