Crítica de la película Hood of Horror por Keichi

Que el mundo del Rap y del Hip Hop está estrechamente relacionado con el cine no es algo que sorprenda al espectador más avezado. No resulta extraño ver films ambientados en un mundo regido por las féminas despampanantes, el color negro y un gansta style imperante en cada rincón de barrios desfavorecidos y sembrados de desoladas canchas de baloncesto. La influencia del Rap americano en muchos y diversos ámbitos se hace más fuerte día a día. Lo que si resulta novedoso es que el cine de terror se acerque a esta temática. Tan solo es otro paso más dentro de una industria que tiende a abordar terrenos cada vez más inverosímiles en un universo donde ya casi no existe nada nuevo.

Así, Hood of Horror nos presenta tres historias diferentes que, si bien forman parte de un mismo cuerpo narrativo, pueden valorarse independientemente. Una primera historia, centrada en el mundo del graffiti y con una espectacular Daniella Alonso -no por sus dotes interpretativas precisamente- como protagonista, convence moderadamente con un argumento sencillo pero efectista que bebe de fuentes como el manga Death Note. Así, nuestra sufrida protagonista adquiere el poder de matar a su antojo tachando los graffitis pintados por sus victimas. Ni que decir tiene que el final de la pobre chica no es en absoluto agradable. La segunda de las historias difiere bastante de las otras dos en cuanto a su temática y coquetea durante buena parte de su desarrollo con la comedia. Probablemente se trata del mejor de los fragmentos aunque no se explota una buena idea todo lo que fuera deseable. La última -y peor de las tres- nos presenta una clásica historia de venganza desde el más allá ambientada en el mundo de las estrellas del Rap.

El ritmo narrativo no se mantiene pues a lo largo del todo el metraje y llega a hacerse bastante pesado en el último de los fragmentos. Es una lástima que no se hayan pulido un poco más las historias para lograr un producto más uniforme en lo que a su calidad se refiere y es que estos mediometrajes sui generis, aunque diferentes entre sí, no terminan de convencer del todo. A lo largo de todos ellos hacen acto de presencia el gore y los anunciados desnudos femeninos aunque de manera bastante moderada. La estética de videoclip, no tan notoria como cabría esperar, se deja ver de vez en cuando aunque a la hora de rodar las diferentes historias el director ha dejado que prime la efectividad sobre otros valores estéticos.

El hilo conductor de la historia lo lleva el rapero Snoop Dogg, alma mater de una película que se ha hecho para su propio lucimiento. La historia del polémico rapero se aborda no obstante mediante la técnica del dibujo animado. Se trata de un buen método para aportar variedad a la película y lo cierto es que lo consigue con creces. Estas escenas de animación -que interconectan las diferentes historias y abren y cierran el film- están realizadas por el estudio Madhouse y por su buena factura no dejarán de resultar interesantes para todos los seguidores del cine de animación. Sin duda para algunos resultaran incluso lo más interesante de la película.

El film cuenta con varios actores más o menos conocidos como Ernie Hudson, que aportan su buen hacer a una película que ofrece pocas recompensas a sus partícipes. No obstante, el espectador agradece ver un rostro conocido en pantalla de vez en cuando. Por su parte, el rapero de turno tiene un papel meramente anecdótico. Es de agradecer que las actuaciones musicales de Snoop Dogg se limiten a un solo número final más que predecible.

Dejando a un lado una falta de presupuesto patente en todo momento y la dudable belleza oculta que pueda esconderse en el estilo Hip Hopero imperante en la película, lo cierto es que el film de Stacy Title resulta moderadamente entretenido. Es imposible aburrir al espectador cuando se cuentan tres historias más o menos entrelazadas pero lo suficientemente diferentes entre sí. Así, la eficacia de Hood of Horror responde más bien a su formato antes que a su calidad cinematográfica.