Crítica de la película Malditos Bastardos por Iñaki Ortiz

Un genio demasiado cómico


4/5
19/09/2009

Crítica de Malditos Bastardos
por Iñaki Ortiz



Carátula de la película El mayor problema de esta película es que está a medio camino entre varias películas que seguramente han ido pasando por la mente de Quentin Tarantino a lo largo de todo este tiempo que ha tardado en sacar adelante el proyecto. Por un lado tiene su grupo de bastardos al más puro estilo de Doce en el patíbulo. Una película salvaje, con mucha retranca, y con un Brad Pitt que es el centro absoluto de un spaghetti bélico, violencia gratuita y divertida en la línea de Kill Bill 1. Por otro lado tiene una intención de rodar una película más seria y más tensa, con suspense, con un villano terrible, más en la línea de Kill Bill 2. Y por último, una historia más metafórica, sobre el poder del cine, y sobre el Cine en general. Tarantino es un cineasta muy inquieto, que ya vimos con las dos partes de la citada Kill Bill, como podía cambiar de tono según sus intereses de cada momento.

En cualquier caso, salvado ese punto algo esquizofrénico que tiene la película, lo cierto es que nos deja una serie de secuencias de puro cine. Larguísimas secuencias, casi a una por capítulo. Quizá la mejor nos la regala con el capítulo uno, una gran maravilla que funcionaría excepcionalmente bien dentro de una película que quisiera seguir más por esa senda. El problema es que el humor golpea con demasiada fuerza la película a partir de aquí, y el delicioso suspense generado, se diluye. El capítulo de la taberna es otra lección de cine. No tiene desperdicio de principio a fin. No funcionan quizá tan bien los capítulos de los bastardos y los preparativos para la noche alemana, este último quizá demasiado funcional. Una muestra de lo que hablaba antes: en la escena en la que Shosanna se reencuentra con el malvado Hans Landa, ella rompe a llorar una vez que se queda sola. Esta tensión contenida resulta un hecho algo aislado que luego queda en segundo plano por lo cómico que se vuelve el villano. Excesiva comicidad también la del mismísimo Hitler. En cualquier caso, irregularidad estas, que aunque no permiten llegar más lejos a la película, no empañan del todo otro excelente trabajo del gran Tarantino. Momentos como aquel en el que arde la pantalla con las imágenes amenazadoras, son impagables. Un divertidísimo Brad Pitt, una interesante Mélanie Laurent, una Diane Kruger mucho más suelta, un sorprendente Daniel Brühl, y sobre todo, un impecable Christoph Waltz



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Malditos Bastardos en festivales: Festival de Cannes 2009 , Festival de San Sebastián 2009




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