Crítica de la película The Host por Keichi

Un iceberg sumergido


4/5
08/11/2006

Crítica de The Host
por Keichi



Carátula de la película Cuando uno se adentra en el cine para ver una película como esta, se espera tan solo un típico film de monstruos plagado de acción y escenas de destrucción urbana, tal y como las planteaba la versión occidentalizada de Godzilla. Pero lo cierto es que el espectador informado sabrá que The Host ha sido una de las sorpresas del año, premiada en numerosos festivales, y por ende sospechará que nos encontramos ante algo realmente nuevo. Sin duda, es mejor pertenecer a esa gran masa anónima que penetra en el cine esperando encontrarse con los citados elementos típicos para que -siempre que sepa reponerse- la película le impacte como un puñetazo en la cara.

Y es que, tras la excusa de la búsqueda de una niña engullida por un terrible monstruo, The Host aborda diversos territorios tales como el terror, la comedia y el drama familiar, salpicados con una ácida crítica política y lo cierto es que película funciona igual de bien en todos y cada uno de ellos. Mención especial merece el humor presente a lo largo y ancho de toda la obra, negro y mordaz pero no exento de cierta ternura en algunos tramos. A pesar de que nos la hayan vendido como una película de monstruos, The Host es más bien una tragicomedia que  reflexiona sobre los valores de la familia. Las críticas a unas instituciones incompetentes, al sistema sanitario y especialmente a Estados Unidos, figuras inútiles empeñadas en ocultar la verdad a la opinión pública, están también presentes, por ejemplo en las escenas en las que se habla del supuesto virus que transporta el protagonista y que finalmente es inexistente.

Uno de los grandes aciertos del film de Joon-ho Bong radica en la construcción de sus personajes, todos ellos deliciosos. Las relaciones entre los personajes, una familia disfuncional -o no tanto, según como se mire- nos importan. Y eso, teniendo en cuenta la frontera que supone una cultura ajena a la nuestra, es muy significativo. Desde el patético padre a la campeona olímpica de tiro con arco, pasando por el entrañable abuelo y el hermano trabajador, las interrelaciones entre todos los personajes de The Host son ricas en detalles.

Hoy en día ya es habitual decir que el cine asiático -y en especial el coreano- cuida especialmente la fotografía. Todas y cada una de las películas que nos llegan de Asia conllevan un tratamiento de la imagen y la luz exquisito, y en este sentido The Host no es una excepción. Pero es que la cinematografía y el uso de la música clásica en escenas en las que a priori no casa para nasa, es extraordinario. Y es que el cine coreano se vale sobre todo de la fuerza de sus imágenes para llegar al espectador. En este sentido The Host lo consigue con creces. Desde escenas tan espectaculares como el primer ataque del monstruo -construido a base de unos convincentes efectos especiales- hasta la fuerza de aquella en la que el protagonista acaba finalmente con él, uno se maravilla ante las virtudes de una película hipnótica y poderosa a la par que accesible.

The Host es sin duda una de las mejores películas asiáticas del año, aunque es cierto que su particular sentido del humor la convierte en una película que no todo el mundo sabrá apreciar. No obstante, todos los aficionados al buen cine disfrutarán como niños maravillándose ante los trucos de que se vale Joon-ho Bong para narrarnos una historia sencilla en su planteamiento pero profunda en sus múltiples matices.




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