Ya entré en el saco con la primera entrega de lo qe ya tiene vistos de saga, OSS: El Cairo, nido de espías, y no voy a volver a hacerlo. Para los que no sepan nada puedo recordar las intenciones del curioso film, que se empeña en catalogarse como de aventuras y comedia, francés y con personaje paródico divertido entre el Superagente 86 y James Bond. El tono de las gracias es tan estúpido que la disculpa fue impolsible en su visionado.
Lo cierto es que como se consiguió vender bastante con la otra pelícua al menos en su residencia natal, pues a propisición continúa de la misma manera. No nos libraremos a este paso de personaje embustero ni con aceite hirviendo. Lo peor de todo es que seguirá con la incapacidad de hacer reir intacta, con ese tono de tontería con pretensiones de florecer en talento.
Cine ni siquiera para personas con ganas de pasar un rato, o simplemente distraerse, en la cartelera cualquier opción menos esta será hasta más agradecida. Para gags insufribles tenemos muchas opciones en el videoclub y animo a ellas. Y encima ahora sobre todo, segundas partes nunca fueron buenas.