Crítica de la película Gainsbourg por Iñaki Ortiz

A medias de buenas intenciones


2/5
30/07/2010

Crítica de Gainsbourg
por Iñaki Ortiz



Carátula de la película Joann Sfar no pretende realizar un biopic clásico sino buscar la esencia de Serge Gainsbourg, un poco en la línea de I'm not there, aunque no de forma tan radical. Esto queda confirmado con el texto final en el que el director nos confiesa su admiración por el personaje y su intención de poner el acento no tanto en sus verdades como en sus mentiras. Una elección sin duda arriesgada y loable, mucho más interesante que el típico esquema biográfico, y más en consonancia con los avances narrativos de nuestros tiempos. Sólo hay un problema: no lo ha conseguido.

Y es que finalmente lo que tenemos es una película exageradamente dilatada (sobra por lo menos una hora), algo torpe y ñoña en algunas de sus metáforas así como carente de cualquier tipo de atmósfera. Ni siquiera mantiene cierta coherencia estética.

El actor protagonista, Eric Elmosnino se desenvuelve con gran soltura en la segunda mitad de la película, cuando su personaje ha conseguido toda la autoestima que le convierte en un galán infalible, pero no parece funcionar tan bien con la inseguridad que muestra Gainsbourg en la primera mitad. Hay que reconocer, eso sí, el conseguido parecido físico.

En definitiva, un personaje interesante, provocador y atrevido como el de Gainsbourg no se deja ver del todo en esta película que no ha sabido poner los puntos sobre las íes. No termina de elegir los momentos clave y los porqués que podrían ofrecernos una idea íntima de la personalidad del protagonista. A veces camina sin rumbo y pocas veces entra de lleno en algo. Se queda en el peor punto medio entre la biografía convencional y la destilación de la esencia personal.



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