Crítica de la película The turin horse por Iñaki Ortiz

Buen cine-arte


3/5
11/10/2011

Crítica de The turin horse
por Iñaki Ortiz



Carátula de la película Dice Bela Tarr que esta es su última película. Si es así, no ha podido buscar un mejor final, con su cine más condensado y con toques apocalípticos. Me es difícil valorar esta película, pues me ha resultado soporífera, pero por otra parte de una intensidad impresionante, más que algún otro trabajo del director.

Sirva de ejemplo el primer plano, que es un plano secuencia con el carro contra el viento. Aparte del mérito técnico, en el que no quiero entrar, la imagen resulta poderosísima, una de las mejores piezas audiovisuales que muestran la lucha contra los elementos. La música contundente, el viento implacable, los contrapicados que recogen en primer término la cabeza del caballo y al fondo al granjero. Y todo ello en un exquisito traverling sin cortes, plasmado en un potentísimo blanco y negro. Quizá es lo mejor de la película, aunque hay que reconocer que incluso la hija vistiendo al padre tiene su punto desde la mirada terrible de Tarr. Sacar agua de un pozo jamás fue tan terrible.

El problema es que la película dura dos horas y vente y el argumento se nutre por poco más que un borracho profiriendo insensateces. Si me planteo el film como un conjunto de piezas audiovisuales artísticas es excelente, y me encantaría encontrármelo en una sala del Moma. Si me lo planteo como una película que pretende captar mi atención en una butaca durante más de dos horas, el resultado deja mucho que desear.

No voy a juzgar lo que es, deja de ser o quiere ser. Las cartas están claramente boca arriba, que cada uno la disfrute como pueda.



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The turin horse en festivales: Festival de Berlín 2011 , Festival de Sitges 2011




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