Crítica de la película The turin horse por Iñaki Ortiz

Cine para sufridores


3/5
07/10/2011

Crítica de The turin horse
por Iñaki Ortiz



Carátula de la película Quien conozca el cine de Béla Tarr entenderá rápidamente el título. Las películas del director húngaro no son un plato fácil de digerir. Se concentra especialmente en crear una ambientación densa y se toma su tiempo para mantener ciertos encuadres, rozando en ocasiones el videoarte. Es difícil encontrar algo a lo que agarrarse, lo que te deja desnudo ante cada inmersión en una fotografía exquisita y una realización entre lo más académico y lo transgresor.

Esta no será una excepción, en un blanco y negro claustrofóbico nos cuenta una historia que parte de una anécdota conocida de Nietzsche que parece dar juego para un interesante desarrollo, para, inmediatamente, tomar deliberadamente otro camino bien distinto, mucho menos atractivo. Por supuesto, en este desarrollo podremos leer entre líneas, si estamos atentos (quizá muy atentos), diferentes interpretaciones; pero a simple vista ya hay toda una declaración de intenciones del autor, acerca de su concepto del cine, nada más lejos del entretenimiento.

Un film posiblemente aburrido, que dura dos horas y veinte, en un poco amistoso blanco y negro y con apenas argumento. Una película para sufridores, para ese espectador pertinaz que podrá terminar quedándose con algo, con ese ambiente cerrado, con ese dolor en el aire, con todo un derroche expresionista de un director difícil.



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The turin horse en festivales: Festival de Berlín 2011 , Festival de Sitges 2011




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