Crítica de la película El tren de las 3:10 por Iñaki Ortiz

Construida desde el cariño


4/5
10/09/2008

Crítica de El tren de las 3:10
por Iñaki Ortiz



Carátula de la película Como era de esperar, James Mangold, en lugar de escapar de las convenciones del género, se recrea en él. Y lo hace con un cariño inmenso por el viejo cine del Oeste, el más clásico. El estilo es actual, sí. El montaje es rápido, a veces discontinuo, la cámara habitualmente tiembla y se inmiscuye en el terreno de los actores, los vaqueros desenfundan más rápido que nunca y con más estilo, la violencia es más seca y directa. En todos estos sentidos la película se ajusta absolutamente a la tendencia reinante del cine comercial de acción. Algunos planos de Bale incluso recuerdan a El truco final.

Sin embargo, como digo, el cariño que Magnold demuestra por el género está bien presente en cada elemento contextual, en la ambientación, el trabajo de sonido, el trote de los caballos, el ruido metálico del revólver en preparación, las riendas, la hoguera. Todo orquestado con un tremendo cuidado por la mitología del Western y no como simple ornamentación. Este gusto por el trabajo que se realiza se traduce en calidad, en disfrute del espectador a partir de los pequeños detalles, y le da un verdadero sentido al retorno a un cine de otro tiempo.

La película está construida básicamente sobre tres pilares. Este gusto por los detalles del género, un replanteamiento de la figura del héroe y las dos estrellas del film. El resto es accesorio, las bien rodadas escenas de acción, los diálogos a lo cowboy voluntariamente artificiosos del tipo "tenían armas... y todas ellas disparaban balas", todo eso está muy bien pero no es la gran baza de la película.

La película plantea el verdadero concepto de heroísmo, aunque no es la primera vez que se hace de esta manera, ni mucho menos, uno casi cree ver al bueno de Gregory Peck en el papel. Una persona humilde, dispuesta a sufrir y humillarse por su familia, alejada de la violencia por decisión propia, sin excepcionales habilidades (ni siquiera al final se cargan las tintas en su puntería o habilidad con las armas), un lisiado sin ni siquiera un pasado glorioso, pero que sin embargo tiene unas virtudes muy claras: la valentía que le lleva siempre a dar la cara en cualquier situación y la determinación inapelable de hacer lo que es debido. "no olvides que tu padre llevó a Ben Wade al tren cuando nadie quiso hacerlo". Este planteamiento del héroe se ayuda de una época y un lugar en el que las cosas eran desde el punto de vista moral mucho más simples. Se consigue, no sólo cierta reflexión sobre la condición de héroe sino, lo que para mí es más importante, más de un momento verdaderamente memorable.

Y el tercer punto que comentaba, sin duda crucial para el éxito de la película, es su pareja protagonista. Russell Crowe consigue algo difícil, y es conectar con el espectador con su personaje abiertamente cruel. No se esconde ni se maquilla en ningún momento su actitud criminal, sin embargo, Crowe con su sonrisa y sus ojitos de niño bueno sabe ganarse al público. Su figura es impecable y su interpretación brillante, sin embargo, debo rendirme una vez más ante otro actor que se supera en cada trabajo. Christian Bale nos regala un personaje que es pura intensidad. Creo que sólo un actor tan tenaz como él puede hacer creíble a un personaje capaz de llegar hasta el final con tal tesón. Su sufrimiento interno desborda los poros de su piel que se muestra castigada por el sol. Realmente consigue, no transmitir sino llegar a hacer sentir su infierno interior. Buena elección también la del malvado pistolero, encarnado con un gran acierto visual por Ben Foster.

En definitiva, una película bien disfrutable, que hace uso de casi todos los recursos que el género pone a su disposición, ofreciendo a su vez una mirada moderna. La acción importa porque va acompañada de unas poderosas motivaciones construidas sobre cimientos fuertes. Eso sí, el propio juego de mitología en el que se inscribe la película, supone toda una serie de limitaciones narrativas que dejan cierto regusto a ya visto en la mayoría de las secuencias. Nada que empañe demasiado el resultado de esta muy buena película.



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