La película es claramente deficiente en muchos aspectos. Un argumento forzado, con evidentes errores graves en sus propuestas y gran torpeza en su desarrollo. Simplemente no se sostiene y hacia el final llega a resultar aburrida por su estructura cíclica de “viaje peligroso/checkpoint”.
La actuación de Ben Kignsley pasa a engrosar las estúpidas intervenciones de este actor que no tiene ningún reparo en tirar abajo su imagen continuamente. Pasa de lo más exquisito a lo más zafio. Edward Burns correcto, y las mujercitas de la película pobres.
Quizá lo más molesto y desagradable a la vista es lo terriblemente cutre de sus indigentes efectos especiales. Podría citar escenas concretas donde toca lo más bajo de efectos especiales, pero cualquiera que haya visto la película no ha podido no darse cuenta.
Con todo, se trata de una película llevadera, con situaciones extremas y llamativas. Dinosaurios y viajes en el tiempo para empezar. Cambios en el universo, seres de una evolución paralela. Todo muy divertido. Si se hubiera cuidado mínimamente la seriedad de los planteamientos y los efectos no dieran tanta pena, podría haber sido una peliculita la mar de maja.