Crítica de la película El Hobbit: un viaje inesperado por Iñaki Ortiz

Diluida


2/5
23/12/2012

Crítica de El Hobbit: un viaje inesperado
por Iñaki Ortiz



Carátula de la película No vamos a dejar de decirlo porque ya lo hayan dicho otros: El Hobbit es absurdamente larga. Parece un proyecto donde el objetivo fuera cumplir el metraje para tres películas, un objetivo a conseguir a todo costa. No eliminar prácticamente nada del original, incluir además algunas nuevas subtramas para dar una cierta homogeneidad con la trilogía del anillo, recurrir constantemente a los insertos, flashbacks, prólogos... No pueden ser ideas más desacertadas a la hora de abordar una adaptación. El ritmo de la película es agónico, hasta tal punto que a la hora y media, repito, ¡a la hora y media! uno tiene la sensación de que no ha ocurrido nada especialmente relevante. Comer, cantar, andar... La segunda mitad mantiene algo mejor el interés, pero el daño ya es irreparable.

Es sorprendente, y muy didáctico, que el hecho de incluir casi cada línea de la novela, no haya servido para respetar la esencia del original. El tono oscuro no encaja para nada con las historias de corte más infantil e ingenuo que sirven de núcleo. Pero tenemos más problemas. No hay apenas personajes. Todos los enanos podrían ser uno solo, apenas hay rasgos de personalidad que pudieran ser útiles al desarrollo dramático. Gandalf, en un registro mucho menos carismático que en las otras películas, aporta algo, sobre todo con la presencia y voz de Ian McKellen. Bilbo, funciona en su línea tan británica, bien ejecutada por el acertado Martin Freeman. Pero aquí sólo destaca para bien el personaje de Gollum, ese prodigio de la infografía que es capaz de aguantar un primer plano sostenido en el tiempo mejor que algunos actores de carne y hueso.

Todo los puntos negros que he comentado anteriormente eran previsibles. Lo que me ha molestado más es la incapacidad de Peter Jackson de conseguir la épica de las imágenes de las otras entregas. Podías coger cualquier fotograma de la vieja trilogía y tenías una postal de épica fantástica. Aquí, no sé si por estar más preocupado del 3D y del nuevo ratio de fotogramas, no se percibe ese impacto visual, no hay una solidez formal y una coherencia con ese submundo de fantasía que inunda, en el mundo real, juegos, música, comics y otras artes. Dicho de otra manera: falta chispa. Las imágenes, la acción y la narración sufren de lo mismo: están terriblemente diluidas.



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