Crítica de la película Mi refugio por Hypnos

François Ozon, director de esta película, pertenece a esa clase de cineastas franceses invisibles para todo aquel que no sea francés. En Francia goza de una gran popularidad, habiéndole comparado millones de veces con Almodóvar y considerándole, como tal, el Almodóvar francés.

Lástima que quizá la muestra de su cine sea la poco representativa 8 mujeres, con la que participó en el Festival de Cine de San Sebastián. La película tenía su punto, pero yo no terminé de encontrárselo.

Una muestra mucho más representativa de su cine la componen la excelente Swimming Pool, su ópera prima Sitcom y Sous le sable, que se proyecta en la Sección de la Contraola del Festival de Cine de San Sebastián, como también esta película que comento se podrá ver en su sección oficial.

A la hora de catalogar su estilo es común oír adjetivos como irónico y muy sarcástico; al igual que es muy común hablar sobre su abierta homosexualidad para intentar trazar un cuadro que abarquen los temas comunes de su cine. Este hecho es muy evidente en casos como Gotas de agua sobre piedras calientes y en Swimming Pool, pero no me queda tan claro que lo sea en sus últimas obras, las cuales, enlazando con la referencia a su invisibilidad, Ricky y Angel, no han sido estrenadas en España.

Ozon es un director con una especial sensibilidad para el tratamiento de personajes y, por ende, de actores, que logra que no exista, por lo general, una diferencia entre el espectador y lo que sucede ante sus ojos, que no es lo que sucede en una pantalla. Sus películas son hirientes y mordaces, pero sin ser irreales, es una cineasta de la piel, que gusta de oprimir a sus invitados, es decir nosotros.

Hace tiempo que no veo qué tal está el cine de Ozon, y me acerco a esta OPORTUNIDAD con mucho, muchísimo interés.