Crítica de la película Origen por Romulo

Tengo una relación confusa con el cine de Christopher Nolan. Me encanta El caballero oscuro, aunque no me parece el redondísimo peliculón que algunos parecen querer ver; pero, a su vez, y aunque teóricamente deberían ser dos títulos similares, no me gusta nada Batman begins. Tampoco me maravilla Memento, aunque le reconozco ciertos méritos. Pero encuentro tantos otros defectos que me chirrían. Algo así me sucede también con El truco final, tramposísima trama (hasta la indecencia) que sin embargo Nolan sublima con un gran pulso narrativo y una fantástica atmósfera.

Me parece Nolan un tipo importantísimo no tanto ya por algunas de sus películas, sino por la sólida personalidad que está construyendo, todavía, sobre su propio nombre y figura en la industria hollywoodiense actual. Porque es un tipo que está creando un sello propio trabajando desde dentro mismo del sistema y, quizá, ahora, entre Batman y Batman, haya llegado al punto de madurez que su cine necesitaba.

Esta vez sí acudiré a las salas con la esperanza de encontrar en un film de Nolan un resultado no sólo innovador (que sé que lo encontraré, ahí no tengo dudas) si no, además, redondo. Pulido. No he querido leer demasiado sobre por dónde se moverá el argumento de la película -un argumento que espero diferente, audaz-, porque quiero que Nolan me sorprenda desde cero. Pero sinceramente me gustaría encontrarme una marciana fusión de la más elaborada ciencia-ficción con una especie de destilación de lo que de calidad puede haber en el género de espías. Quizá estoy construyendo en mi mente una imagen alejada de lo que Nolan ha fabricado, pero prefiero ir virgen al pase.

Sea como sea, Nolan se rodea de su equipo artístico habitual, y eso es una garantía. Además, como no podía ser de otro modo, todo quisque (hablo ahora de actores) quiero trabajar con él: Di Caprio o Marion Cotillard son nuevos en la troupe Nolan, y repiten ilustres como Michael Caine, Ken Watanabe o Cillian Murphy. Casi nada.

Es el título del verano. No hay duda.