Crítica de la película Ágora por Romulo

Tengo un problema con Alejandro Amenábar, especialmente cuando he vuelto a ver sus películas: Me parece un tipo frío, que transmite poco. Exquisito en sus formas, hábil, listo como pocos. También un importante fotocopiador, una esponja, un tipo que ha mamado cine y que vuelca recuerdos, planos aprendidos y aprehendidos de otras películas, en las suyas.

Todo esto está o puede estar muy bien. Pero ya a Mar adentro le faltaba alma. Las aristas estaban poco pulidas emocionalmente. Frías. Es el ejemplo más reciente. En Los otros, disfrutabilísima película, ésto se traduce en cierta falta de personalidad, en su carácter de mero remiendo de tantas y tantas películas clásicas de casas encantadas.

Mucho me temo ahora que Amenábar se centrará exclusivamente en su pretendido discuso pro-ciencia y anti-religión, mensaje perfectamente loable pero que ha podido ser escuchado muchas veces ya a lo largo de la Historia. No es cosa reciente. Y no tengo motivos para confiar en que haya una sentida historia humana que apoye esa reflexión, porque nunca ha sido así en el cine de Amenábar.

Así las cosas, espero lo que ya sé que puede darme: Una planificación medida, imágenes muy trabajadas, una "personalidad" a base de recuerdos (de esta o aquella película...) y, seguramente, me temo, algún que otro minuto de aburrimiento.