Crítica de la película Malditos Bastardos por William Munny

Lo más importante


4/5
02/10/2009

Crítica de Malditos Bastardos
por William Munny



Carátula de la película Lo más importante de esta película de éxito, eso estaba asegurado, no es el carácter de espectacular y ni tan siquiera el cine puro que destila de manos del director que todos sabemos sabe hacerlo, sino el reconocimiento del propio autor como señal de respeto al cine de la temeridad sana de mostrarse hasta burlón. El error hubiera estado en no presentar la película como una invención. El error hubiera sido dejar la fuerza visual, los discursos poderosos y el poder de atracción sin un final con los protagonistas odiados derretidos por las fuerzas del bien. Al no respetar la historia, esa que está ya escrita y no se mueve mover aunque sí tergiversar, convierte la película en una invención exagerada donde permitir la exageración y el desdén de humor.

La primera escena es puro cine, es de un talentoso y respetuoso con los mecanismos del mismo, mejorados y aprovechados al máximo para darnos un enemigo, una opinión prefijada clara y por encima de todo una boca abierta que desea continuar atenta. Es cierto también que a partir de esta mencionada escena el nivel no es que baje, es que se sitúa en un flanco en el que no vale todo pero sí bastante, donde se puede hacer creíble lo increíble tomando como base continuos juegos de humor sencillo aunque rodeado de palabrería ajustada. A pesar de esto, entretiene más allá de las risas, se muestra conciliadora con el público aunque irreverente en cuanto a una banda sonora con la que no estoy de acuerdo, aunque tampoco voy a eliminar. El juego de la mentira, del enfoque de cómic que tienen todos los personajes, lo permiten. Hasta está permitida de presencia de Austin Powers sin garra.

Mientras esperamos un final incierto por difícil de esperar, en medio de vaqueros sentados a lomos de chulería por la boca y acción cada cierto tiempo, nos vemos algo enredados en un juego de historias que es cierto se van juntando poco a poco, pero que tienen el regusto de precolocadas al servicio de un fin poderoso. Esa buena intención junto con el mencionado tono irreal permiten que superemos todo esto con tranquilidad y comprensión. No falta por tanto más que la apoteósica caída de planos. Y todos permanecemos esperando con acierto. La película posee el inestimable magnetismo del director, junto con una elección de actores muy notable, que hacen de conjunto un paso hacia un lugar del cine que no será muchas veces más revisitado. Un callejón sin salida que como curiosidad estará presente por tiempo.

En ese final delicioso, que sabe a mucho, se nos presenta el alma de la película, el nuevo concepto de entereza como conjunto completo, es para, se hace como y sucede tal y como debe y necesita aparecer la producción. El sentido lo toman unas muertes que presentan el sueño con viñetas de héroes de final feliz. El duelo, ese duelo entre ella y él, entre el héroe y la heroína, es una manera fugaz de darse un lujo como guionista, pero que desentona algo, no se rechaza, pero desentona algo. Es el ego que necesita hacerse sitio y demostrar que es capaz de eso y más. Aunque me quejo de que en ese momento exactamente no se mantenga algo más la música cortándola de manera seca y poco reflexiva.

Mención especial para Brad Pitt. No es el ideal para el papel, ni siquiera superaría por mucho a otros candidatos, pero el poder de fotogenia de la superestrella y la simpatía que lleva consigo alzan al personaje ridículo y forzado en muchos momentos sin sentido, hacia el camino de la salvación. El rebelde dispuesto a todo es él, lo necesita para ser divertido, para ser hasta chulesco y permitir un final de cuchillo clavado que remarque la ideología de un director, con el que estamos. Los marcados debieron de haber sido ellos después de la guerra. La marcada después de la batalla es la película, y a favor. Buen film. Tarantino no se burla tanto como yo pensaba.

PD: Quizás habría que recomendar que haya más vigilancia en un cine en el que está la plana mayor del régimen nazi, porque por allí puede pasar como Pedro por su casa hasta yo mismo con pijama. El detalle permisivo que se ha de tener con todo buen film.




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Malditos Bastardos en festivales: Festival de Cannes 2009 , Festival de San Sebastián 2009




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