Crítica de la película El caso Hollywood (Hollywoodland) por Iñaki Ortiz

Me ha resultado interesante. Ni era el noir fundamentalista que esperaba al estilo de La dalia negra, ni era sólo eso. Sabía que el actor George Reeves formaba parte de la trama, pero lo que no sabía es que iba a existir una perfecta delimitación de dos historias, una de ellas es un biopic noir del actor y la otra un noir sucio sobre la investigación de su muerte. La mezcla funciona, y aunque al principio soy reacio a la alternación regular de las dos historias de tiempo diferente pronto lo acepto.

Como decía, no se trata de un noir tan estricto, aunque tenemos las necesarias líneas de diálogo chulescas e ingeniosas por parte de esas mujeres que están de vuelta de todo, están más controladas y no llegan a provocar la carcajada, que es básicamente lo que se consigue hoy día. El estilo de rodaje es más bien actual, rechazando la norma para estos films pero sin faltarle al respeto a los clásicos.  La investigación es sucia, con ese inmenso Adrien Brody que nos regala un maravilloso perdedor sin escrúpulos que vive en un apartamento de mierda. Lo mejor es que él y Reeves están muy relacionados, ambos buscan salir en las fotos como pueden. Una historia detectivesca bien llevada con buenos momentos como el del asesinato de la mujer de su cliente a manos de su cliente.

Como nos habían anunciado Ben Affleck está muy bien. Siendo sinceros, no está bien porque se haya adaptado de maravilla al personaje, sino porque el personaje es el que le encaja como un guante. Por una o por otra, él lo aprovecha para lucir el traje marrón y gris. Aporta emociones y carisma.

Todo va muy bien, sí, pero en el fondo no me puedo quitar de la cabeza que la película tampoco termina de tener nada especialmente bueno, además de sus actores. Y cuando ya estoy dudoso, un final decepcionante remata la faena. ¿Decepcionante por qué? Porque me siento defraudado. Toda esa historia de las balas en el suelo y el golpe en el costado para concluir que definitivamente se trata de un suicidio. Si lo fue, entonces siento que me han contado una gran nada; si no lo fue, es que el director y el guionista no han sabido o no han querido entrar más en arenas movedizas. Una pena.

Una película muy aceptable.