Después de sonados éxitos que irrumpían en la cartelera a
bombo y platillo, los hermanos Coen se dan un respiro. Vienen de Quemar
después de leer y No es país para
viejos, y antes de eso, otras películas con rostros bien conocidos en su
cartel. Ahora le toca a Un tipo serio,
una película sin estrellas, que apenas ha hecho ruido y que se cuela casi por
descuido en unos pocos cines. No es un mal presagio para mí ni mucho menos.
Algunas de las mejores películas de esta extraña pareja, han
tenido muy poca repercusión. Pienso por ejemplo en Barton Fink o El hombre que
nunca estuvo allí, películas muy superiores a otras más exitosas como Ladykillers o Crueldad intolerable. En esta última etapa, los Coen han probado
las mieles del éxito, y tampoco les han faltado premios, pero no han firmado
sus mejores películas, y probablemente ellos son los primeros conscientes de
esto.
Por eso, con este pequeño estreno espero un cierto retorno a
los orígenes. Incluso las películas
menos taquilleras que he nombrado contaban con algún nombre conocido como John Goodman o Billy Bob Thornton, pero aquí no encontramos por ningún lado un
crédito que suene a la primera. Es cierto que Richard King es una cara conocida
de la televisión, pero no da para más. Una apuesta radical.
Eso sí, mantienen su buen equipo, con dos componenetes
exquisitos: Carter Burwell para la
banda sonora y Roger Deakins para la
fotografía. Con ellos quién necesita estrellas en el reparto. Veremos como
acaba este especial atrevimiento de los Coen. En cualquier caso, una de las citas
ineludibles del año.