Hoy se ha conocido la noticia de que
Arbitrage, la ópera prima de Nicholas Jarecki, abrirá
la sección oficial a concurso del festival de San Sebastián. Esto
proporciona a Donosti su necesaria dosis de glamour, ya que sus dos
protagonistas, Richard Gere y Susan Sarandon (pasados
premios Donostia) aparecerán por aquí, pero es fácil preguntarse
si hay algo más detrás de este título además de un tributo a la
alfombra roja.
Lo primero es recordar que la película
ya pudo verse en Sundance y en general ha tenido buena aceptación,
sin que nadie se haya desvivido por ella tampoco. Parece que no le
faltará calidad, y esto queda respaldado por algunos nombres de su
equipo. A los mandos de la banda sonora, Cliff Martinez,
responsable de joyitas de corte electrónico elegante para Drive y Contagio. La fotografía corre a cargo de Yorick Le Saux,
un habitual de François Ozon y que ha trabajado con Olivier Assayas.
En el reparto, además de las dos estrellas citadas, vale la pena
nombrar al siempre inquietante Tim Roth, a la bella Letitia
Casta y atención a Nate Parker, que estaba por partida
doble en Sundance y puede estar sumando puntos de interés.
Pero, ¿quién es Nicholas Jarecki,
este desconocido director? Bueno, es desconocido porque esta es su
primera película de ficción, pero antes ha rodado el documental The
Outsider, que como ya indica su nombre, se centra en un tipo de
producción cinematográfica al margen de la industria. También ha
producido otros documentales, como Tyson que se llevó un
premio en Cannes en 2008. Vamos, que no debe cegarnos la luz de las
dos estrellas glamourosas del reparto, Jarecki tiene unos intereses
de corte mucho más artístico, que se corresponde más con los
secundarios elegidos, y con el equipo técnico. Todo parece indicar
que esta es otra maniobra de Gere para adecuar su carrera a su edad
actual, alejándose de sus papeles fáciles de galán, tratando de
trabajar con realizadores de cierto interés. Veremos si todas estas
honorables intenciones dan un buen fruto. Por cierto, el director es el hermano de Andrew Jarecki, que trajo a Donosti el controvertido y multipremiado documental Capturing the Friedmans, está claro que no es una familia que busque el producto fácil.
No espero una película excepcional,
pero sí un interesante thriller dramático, con las altas finanzas
de fondo. Una nueva oportunidad de mostrar la corrupción, la
mentira, la ficción que se esconde detrás de los grandes emporios,
aunque sin ser tan directa como, por ejemplo, Margin Call.
Aquí el asunto económico será más secundario, más contextual,
aunque no por ello falto de crítica. Probablemente entretenida,
veremos si algo más.